Dos biólogos, un británico y un estadounidense, examinaron una grabación de un zumbido que supuestamente formaba parte de estos ataques acústicos contra diplomáticos extranjeros en Cuba y concluyeron que el ruido correspondía a la canción de apareamiento del grillo de cola corta de De Geer, presente en el Caribe.
Recordemos que las autoridades estadounidenses afirman que al menos 24 personas en su embajada en La Habana sufrieron migrañas, náuseas y daños cerebrales leves entre finales de 2016 y agosto de 2017, que según ellos fueron causados por sofisticados audífonos.
En respuesta a las quejas de sus diplomáticos, Estados Unidos retiró más de la mitad de su personal en Cuba, suspendió las actividades consulares en La Habana y ordenó la expulsión de 15 diplomáticos cubanos del territorio estadounidense, provocando una crisis diplomática entre los dos países.
«Aunque confusos, los misteriosos sonidos en Cuba no son físicamente peligrosos y no constituyen un ataque acústico», dijeron a la agencia France-Presse Alexander Stubbs, estudiante de doctorado en la Universidad de Berkeley en California, y Fernando Montealegre Zapata, profesor de biología sensorial en la Universidad de Lincoln en Gran Bretaña.

(Foto: © iStock/Linas Toleikis)
Los dos investigadores estudiaron una grabación hecha por un empleado del gobierno de Estados Unidos, enviada a la Marina de Estados Unidos y luego publicada por Associated Press, y la compararon con una base de datos de la Universidad de Florida.
La canción del grillo de cola corta de De Geer, cuya tasa de aleteo es una de las más altas de la especie, corresponde a la grabación en términos de «duración, frecuencia de repetición del aleteo, espectro de potencia, tasa de estabilidad del aleteo y oscilaciones de aleteo», dice el estudio.
Stubbs y Montealegre Zapata hicieron un paralelo con el misterio de la «lluvia amarilla» durante la Guerra Fría. En 1981, Estados Unidos acusó a la Unión Soviética de llevar a cabo ataques químicos en el sudeste asiático, mientras que los investigadores concluyeron que estas «lluvias» eran en realidad excrementos de abejas.
Por su parte, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, dijo que si el gobierno de Donald Trump «alguna prueba, un argumento que le permite decir que es (…) un hecho deliberado de cualquier tipo, que presente pruebas». Según el canciller, las acusaciones del gobierno de Trump son una excusa para seguir afectando las relaciones bilaterales.
Con informaciones de la Agencia France-Presse.
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