El gobierno de coalición de Italia incrementó en las últimas horas sus presiones sobre sus aliados europeos, especialmente Holanda y Francia, para que reciban a una embarcación humanitaria que transporta a 47 migrantes.
La nave no recibió autorización para amarrar en puertos italianos.
El Sea Watch 3, un barco operado por una organización humanitaria alemana, socorrió el sábado último a los migrantes que se hallaban en un bote de goma, frente a las costas de Libia, y desde entonces ha estado navegando en medio de condiciones climáticas adversas, a la espera que algún gobierno europeo autorice el desembarco del pasaje.
Debido al clima reinante en la región, con fuertes vientos y olas de varios metros de alto, Italia autorizó días pasados a que el navío permaneciera anclado a 2 kilómetros de las costas de Sicilia, pero no dio permiso para que los migrantes descendieran a tierra firme.
El Sea Watch 3 durante una misión de rescate recientemente. REUTERS/Darrin Zammit Lupi.
El barco tiene poca capacidad para la cantidad de personas que transporta y varios de los rescatados se ven obligados a pasar la mayor parte del tiempo en la cubierta.
Italia está enfrentada a sus socios europeos, a los que acusa de evadir sus responsabilidades hacia los migrantes y querer obligar al país a recibir más personas que las que ya ha acogido.
“Estamos ansiosos por verlos arribar, sanos y salvos, en otros países europeos. No hay espacio en Italia”, sostuvo el ministro del Interior italiano Matteo Salvini.
Por su parte, el vice primer ministro, Luigi Di Maio, dijo que el barco podría dirigirse hacia otros países como Francia, a la que acusó de evadir sus responsabilidades en el tema, o a Holanda, cuya bandera ondea en la nave en cuestión.
En un mensaje difundido en su página de Facebook, Di Maio dijo que “los invito a que pongan proa hacia Marsella”.
El ministro del Interior italiano dice que su país colmó su capacidad para recibir inmigrantes. REUTERS/Remo Casilli.
La Organización Internacional para las Migraciones, organismo de las Naciones Unidas, alertó que la situación de las personas a bordo del Sea Watch 3 es preocupante. Flavio Giacomo, un vocero de la entidad, dijo que “algunos de ellos deben permanecer al exterior, en la cubierta, debido a que no hay suficiente espacio en el interior”, para albergar a las 47 personas rescatadas.
Es la segunda ocasión en un mes que el navío se ve impedido de amarrar en un puerto europeo, con migrantes a bordo. En la última ocasión, el barco debió navegar durante 19 días, hasta que un acuerdo entre varios países, incluyendo a Italia, posibilitó recibir a las personas.
Italia permitió regularmente que los barcos con migrantes amarren en sus costas hasta junio último, cuando una coalición de derecha se hizo cargo del gobierno del país y cerró los puertos a la entrada de embarcaciones con migrantes.
Las ciudades de Palermo y Nápoles dijeron que estaban dispuestas a recibir al barco, pero el gobierno central italiano, que controla la actividad portuaria y fronteriza, negó la autorización para que se produjera el desembarco.
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