El enviado especial de Naciones Unidas en Yemen, Martin Griffiths, se inquieta por el statu quo que reina en la actualidad en la portuaria ciudad de Hodeida, en el Mar Rojo, dónde los rebeldes chiíes hutíes (apoyados por Irán) y las fuerzas gubernamentales yemenitas (apoyadas por Arabia Saudita) se siguen enfrentando.
Los acuerdos de paz firmados el mes de diciembre pasado preveía el retiro de las tropas alrededor de este puerto estratégico, controlado por los rebeldes y por donde transita las tres cuartas partes de la ayuda humanitaria destinada a Yemen.
El plazo para que los combatientes se retiraran era el 7 de enero pero esta fecha límite no ha sido respetada. “Los plazos fijado al principio fueron más bien ambiciosos (…) Nos enfrentamos a una situación compleja sobre el terreno”, afirma el enviado especial de Naciones Unidas por Tuiter.
Las fuerzas gubernamentales yemenitas, apoyadas por una coalición árabe liderada por Arabia Saudita, siguen acantonadas alrededor del puerto de Hodeida.

Llegada de Martin Griffiths, enviado especial de Naciones Unidas a Saná, Yemen este 28 de enero 2019. (Foto: MOHAMMED HUWAIS/AFP/Getty Images)
La gran incógnita que divide tanto a las fuerzas rebeldes como las gubernamentales es saber quién controlará la ciudad y su puerto después del retiro de los combatientes de ambos lados. La tregua ha sido ampliamente respetada desde hace un mes pero algunas escaramuzas fueron señaladas
Por otra parte, al menos cuatro vuelos de organizaciones humanitarias aterrizaron este sábado en el aeropuerto de Saná, con personal y vacunas, dos días después que la coalición árabe hubiera levantado el bloqueo que había impuesto sobre el aeropuerto de la capital yemení controlada por los rebeldes hutíes.
Fuentes en el aeropuerto de Saná informaron que dos aviones de la ONU, en los que viajaban 23 trabajadores humanitarios, llegaron a Saná procedentes de Jordania y Yibuti, además de otro avión del Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, con ocho empleados a bordo. Las fuentes indicaron que un cuarto avión del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, aterrizó también en el aeropuerto con una carga de vacunas contra la difteria, el tétanos y otras enfermedades.
RCI/Reuters/es.rfi.fr/elpaís.com
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