Rusia anunció que antes del 2021 implementará un nuevo sistema de misiles de alcance medio, tras la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo que impedía la proliferación de ese tipo de armamento.
Donald Trump anunció la semana última que su país se retirará dentro de seis meses del Tratado Sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, que había sido firmado en 1987.
Dicho tratado disponía la eliminación de los misiles cruceros y balísticos estadounidenses y rusos con un alcance entre 500 y 5.500 kilómetros.
La decisión de la administración Trump llegó luego que la Casa Blanca acusó al Kremlin de haber violado el acuerdo, debido al desarrollo de un nuevo misil.

Trump debería restablecer el diálogo con Rusia y evitar una nueva carrera armamentista, señalan los analistas. REUTERS/Jim Young.
En respuesta, el mandatario ruso, Vladimir Putin, anunció que su país consideraba que no están dadas las condiciones para seguir respetando el compromiso.
Según el ministro de Defensa ruso, Serguei Choïgou, su país debe aumentar el alcance de sus misiles, para poder alcanzar blancos situados a mayor distancia de sus fronteras, especialmente en territorio europeo.
El funcionario ordenó la puesta a punto de un sistema de lanzamiento para los misiles terrestres Kalibr, con los que cuentan las embarcaciones de la marina rusa.
También dispuso acelerar los trabajos para fabricar un misil hipersónico, conocido con el nombre de Avangard, que puede transportar ojivas nucleares y convencionales.
El verano último, Putin había anunciado que en breve su país estaría en condiciones de impactar en un blanco ubicado en cualquier parte del mundo, lo que fue considerado como una respuesta al escudo antimisiles estadounidense.

La ministra francesa de Defensa confirmó los ejercicios militares realizados por su país. AP Photo/Michel Spingler.
El encargado estadounidense sobre desarme, Robert Wood, declaró que Washington podría revisar su decisión de retirarse del acuerdo, si Moscú cambia su postura y decide seguir respetando las disposiciones del mismo.
Algunos analistas ven a las posturas asumidas por ambos países como un riesgo real de una nueva carrera armamentista nuclear, resucitando los temores que en tal sentido existían en la época de la llamada Guerra Fría, entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.
Al mismo tiempo, Francia efectuó el lunes 4 de febrero una simulación de disuasión nuclear, según confirmó la ministra francesa de Defensa, Florence Parly.
Se trató de un ejercicio poco frecuente por parte de Francia, en momentos de una creciente tensión entre Washington y Moscú sobre los misiles intermedios.
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