Un tercio de los menores en Canadá no tiene acceso adecuado a los alimentos. Foto: iStock.

Más niños pobres y con carencias alimenticias en Canadá

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Un reciente informe dio a conocer que el 35 por ciento de los niños residentes en Canadá asisten a los bancos de alimentos, para poder satisfacer sus necesidades nutricionales.

La cifra resulta llamativa no sólo porque se trata de una nación considerada rica, sino porque la asistencia de menores a esos sitios parece desproporcionada, cuando se toma en cuenta que estos constituyen sólo el 20 por ciento de la población total del país.

El responsable de UNICEF Canadá, David Morley, sostiene que el incremento de la asistencia de niños a los bancos de alimentos es una muestra, por un lado, de que un mayor número de canadienses enfrentan una situación de pobreza y, por el otro, de las dificultades que muchas familias, principalmente las monoparentales, viven a diario para hacer frente al costo de vida aquí.

Los bancos de alimentos son esenciales para la supervivencia de numerosos canadienses. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes

Morley lo resume un una sola frase: “es caro se padre o madre en Canadá”.

En ese sentido, y aunque reconoce que la actual administración federal dedica una parte importante de sus esfuerzos al tema,  la entidad solicita a los gobiernos federal y provinciales que aumenten las ayudas que ponen a disposición de las familias con hijos.

Del mismo modo, nuestro entrevistado resalta la importancia de contar con planes alimentarios en las escuelas, como ocurre en muchos otros países. Iniciativas de ese tipo, sostiene Morley, son esenciales a la hora de asegurar la buena nutrición entre los menores de familias en situación económica desfavorable.

La filial nacional de UNICEF alerta sobre un aumento de las desigualdades en el país, con sectores de la población que muchas veces se ven impedidos de satisfacer sus necesidades básicas y para quienes las ayudas oficiales son, a veces, insuficientes.

El precio de los alimentos en el mercado es inaccesible para algunas personas. THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette

En un país con poco menos de 40 millones de habitantes, los bancos alimentarios reciben cada mes 1.100.000 visitas.

Y esa cifra no la componen sólo los segmentos considerados “pobres” según los estándares canadienses.  En algunos casos se trata de familias con ingresos salariales, pero estos resultan escasos ante el costo de vida local.

Según el informe elaborado por Bancos de Alimentos de Canadá, el 11 por ciento de quienes recurren a la ayuda alimenticia depende casi por completo de sus salarios para subsistir, mientras que las familias con hijos componen el 19 por ciento de la asistencia.

Columbia Británica, Ontario y Quebec, tres de las provincias más desarrolladas y con una actividad económica y laboral dinámica, son las que registran el mayor número de concurrencia a los bancos de alimentos.

Las raciones entregadas por los bancos contienen una gama variada de productos. AP Photo/Michael Rubinkam.

Cada mes de marzo, el organismo lleva a cabo un sondeo entre los miles de bancos de asistencia, con el objetivo de tener datos fidedignos y actualizados sobre la población que recurre a ese servicio.

Los adultos que viven solos y las poblaciones ubicadas en el norte canadiense constituyen otros dos sectores sociales con graves problemas, a la hora de conseguir sus alimentos.

Entre las recomendaciones producidas por el ente figuran la necesidad de un ingreso de base para todos los habitantes, la ayuda a la creación de servicios normalizados y abordables para el aprendizaje y el cuidado de los menores, más auxilio para los adultos con bajos ingresos y reducción de la inseguridad alimenticia en el norte canadiense.

David Morley, presidente y director ejecutivo de UNICEF Canadá, habla del tema con Luis Laborda.

Categorías: Economía, Salud, Sociedad
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