Las víctimas eran todas integrantes de una fuerza de elite iraní. Morteza Salehi/Tasnim News Agency/via REUTERS

Irán acusa a la Casa Blanca por un nuevo atentado

El presidente iraní, Hassan Rohani, apuntó a Estados Unidos y sus aliados en Oriente Medio, luego de un atentado suicida en el que perdieron la vida 27 personas.

El hecho ocurrió el miércoles, en el sureste del país, según confirmó la televisión oficial.

Rohani embistió contra la Casa Blanca, al acusarla de brindar apoyo al terrorismo y de estar detrás de quienes cometieron el ataque.

“Hay un vínculo entre este crimen y ciertas agencias de espionaje y de informaciones regionales e internacionales, sostuvo el mandatario, al hacer alusión también a Israel.

El ataque dejó también numerosos efectivos heridos. Morteza Salehi/Tasnim News Agency/via REUTERS.

El atentado se produjo en una ruta que vincula las ciudades de Sahedan y Khash, en una región próxima a la frontera con Paquistán, donde operan efectivos armados y traficantes.

Todas las víctimas eran integrantes de las fuerzas militares gubernamentales.

La acción fue reivindicada por el grupo separatista sunita Jaish al Adl, que en español significa Ejército de la Justicia.

Un atacante suicida lanzó su vehículo cargado de explosivos contra un transporte del cuerpo de Guardianes de la Revolución, provocando la muerte de 27 integrantes de ese grupo.

Se trata de una de las agresiones más feroces que haya recibido esa unidad de elite, que depende directamente del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

El presidente iraní no dudó en responsabilizar a la Casa Blanca por el ataque. REUTERS/Umit Bektas.

Jamenei, además de desempeñarse como líder supremo de Irán, es el comandante en jefe de las fuerzas armadas del país y se desempeñó como presidente de la República Islámica entre 1981 y 1989, tras lo cual sucedió al ayatolá Jomeini.

En septiembre último, otros doce integrantes de la guardia resultaron muertos durante un ataque perpetrado por un comando armado, cuando se realizaba un desfile militar en Ahvarz, en el sudoeste de Irán.

En total, esa agresión dejó un saldo de 25 personas muertas.

Al referirse al nuevo ataque, el presidente Rohani sostuvo que “este crimen quedará como una mancha indeleble en el historial negro de los principales sostenedores del terrorismo en la Casa Blanca”.

Categorías: Internacional, Política
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