Un día difícil y muy agitado el de ayer miércoles 27 de febrero para el Primer ministro de Canadá. Justin Trudeau que fue acusado de “interferencia política inapropiada” por la ex ministra de Justicia y ex Fiscal General de Canadá, Jody Wilson-Raybould ante el Comité Permanente de la Justicia y de los Derechos Humanos en el Parlamento canadiense en Ottawa.
El testimonio de Jody Wilson-Raybould era muy esperado desde el momento en que se hicieron públicas las diferencias que había entre ella y el Primer ministro, hace unos 4 meses y que le costó su retrogradación de ministra de Justicia a ministra de Antiguos Combatientes, cargo al que renunció más tarde.
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Acosada por la oposición conservadora en la Cámara de los Comunes y los periodistas, que sospechaban que algo se estaba cocinando a puertas cerradas, Jody Wilson-Raybould declaró a la prensa que martillaba siempre sobre el mismo clavo, que en su condición de ex ministra de Justicia no podía hacer ninguna declaración por el momento, pero que apenas tuviera la autorización, ella daría la versión de “su verdad” en el asunto SNC Lavalin.
La ex ministra previno también que no podrá decir todo porque el decreto que la libera de su “obligación al secreto” parlamentario, no cubre la totalidad de la comunicaciones pertinentes en esta saga.
Ayer fue el gran día y según la nalista política Chantal Hébert, “todo el mundo se esperaba a que la señora Wilson-Raybould llegara con una pala para palear muchas cosas en el patio de su propio gobierno, pero nadie se esperaba a que llegara con un buldócer y eso es un poco lo que sucedió. Ella literalmente, les sirvió en bandeja el Primer ministro a los partidos de la oposición”.
Según la analista, la declaración de la ex ministra de Justicia duró alrededor de 40 minutos y el primer minuto de su intervención no había terminado todavía que ya Jody Wilson-Raybould había hablado de “presión política inapropiada” y encadenó inmediatamente con el equipo que rodea a Justin Trudeau.
Después cuestionó casi todo lo que está arriba de la pirámide del poder del gobierno liberal en Ottawa. Es decir todo el equipo inmediato del señor Trudeau en el más alto nivel. El ministro de Finanzas y su jefe de gabinete. El Secretario del Consejo Privado, que es el patrón de la función pública federal en Ottawa. Y sobre todo el señor Trudeau. Cuando terminamos de ver su cronología, su mensaje es: Lo que sucedió no habría sucedido sin que Trudeau sea la fuerza y su voluntad dicta lo que sucedió después.

Jody Wilson-Raybould habla a los medios después de su testimonio este miércoles 27 de febrero 2019. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Adrian Wyld)
La ex ministra de Justicia dice que entre el mes de septiembre pasado hasta mediados de diciembre, ella estuvo sometida a presiones constantes para que interviniera en el expediente SNC Lavalin para que revocara la decisión de su abogada y que en vez de proceder con un juicio criminal, ofrecer o iniciar negociaciones en vistas de un acuerdo de mediación con SNC Lavalin.
Para comprender mejor la situación, nos dice la analista Chantal Hébert, podemos pensar que Jody Wilson-Rabould cometió un error de juicio o no tomó la decisión correcta al decidir de no ofrecer ese acuerdo a SNC Lavalin. Pero también se puede pensar que cuando un Primer ministro, su equipo y otros, pasan 4 meses a tratar de “torcerle el brazo” se está pasando definitivamente una línea roja. Y hay algo que es todavía más abrumador para versión del Primer ministro.
Jody Wilson-Raybould dice que en una reunión con Justin Trudeau en septiembre, cuando él le habló sobre ese tema, él habría dicho en una rueda de prensa en las últimas 3 semanas, que había quedado claro que era ella la que tenía la última palabra.
Pero cuidado. El contexto según ella de cómo sucedieron las cosas es el siguiente: Él le habría hablado del expediente SNC Lavalín y la habría dicho también que había elecciones en Quebec, que él mismo era un diputado quebequense y que habría que encontrar una forma de solucionar eso para que la compañía pudiera sobrevivir. Y en un momento dado, ella le habría dicho: ¿Me estás pidiendo que haga injerencia política en mi trabajo? Si ese es el caso, no te lo aconsejo.
Para la analista política, se hubiera podido creer que si ya había recibido una advertencia personal por parte de su ministra de Justicia a mediados del mes de septiembre del año pasado, Justin Trudeau tendría que haber cambiado de táctica. Pero no! Al contrario. La presión aumentó y se persistió en querer convencerla.

El Primer ministro Justin Trudeau y la entonces ministra de Justicia, Jody Wilson-Raybould,en 2015. (THE CANADIAN PRESS/Adrian Wyld)
Chantal Hébert dice que Jody Wilson-Raybould fue muy convincente en su testimonio ayer, pero que no hay que olvidar que ella es una abogada experimentada y su preparación seguía los pasos que ella hubiera seguido para defender cualquier otra causa.
Cuando se analiza detenidamente su presentación ella habla de unas 10 conversaciones o encuentros con el objetivo de presionarla a ella y su equipo. Y agregó al final de su testimonio que si hubiera podido, ella hubiera dicho mucho más, pero que no podía hacerlo. En consecuencia, la analista no piensa que sea posible para ella y para Justin Trudeau, seguir trabajando juntos.
Por el momento, debido a su quehacer en tanto que Primer ministros, Justin Trudeau no se encontrará con la Cámara de los Comunes ni con la oposición antes del 18 de marzo. Quizá el Primer ministro piense que de aquí al 18 de marzo, la situación ya va a estar bajo control, y que al día siguiente, el 19 de marzo siendo la presentación del presupuesto, que esto lo ayude a pasar a otra cosa.
Pero nada de eso es seguro. Esta mañana, Andrew Scheer líder de la oposición y jefe del Partido Conservador pidió su renuncia. Algo prematuro, dice ella pero queda la opción convocar a elecciones.
Tengo colegas y confieso que fue mi primera reacción, que sugiere que JustinTrudeau tiene solo una opción: Ponerse a la misericordia de los electores convocando a una campaña electoral ahora. Es una solución y quizá la menos nociva, pero Justin Trudeau hasta el momento no es ni Stephen Harper, ni Jean Chrétien. Creo que ese hubiera sido el estilo de Jean Chrétien de decir: Bueno vamos a preguntarle al electorado y vamos a explicarnos. Porque en todos los escenarios, que se espere hasta octubre o en abril, llevará ese sombrero, que no podrá quitarse de encima antes que los electores hayan dado su veredicto.
Y tendrá que explicarse más y mejor que lo que hizo ayer en su aparición ante la prensa, en la que dijo que “estaba en absoluto desacuerdo” con la declaración de la ex ministra de Justicia. “Sigo manteniendo que yo personalmente y mi equipo actuamos de una forma apropiada y profesional”, dijo Trudeau.

Jody Wilson-Raybould llega al Parlamento el 20 de febrero 2019.
(Foto: THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick)
Pero, dicho esto, la impresión de la analista política es que desde el punto de vista del gobierno, están convencidos que hicieron su trabajo y que era su deber defender los empleos que se podrían perder si SNC Lavalín se muda a otro país.
“Nosotros evidentemente discutimos sobre la posibilidad de perder 9.000 empleos en nuestras comunidades a través de todo el país, incluyendo el impacto potencial en los programas de jubilación. En tanto que primer ministro, es mi responsabilidad de defender siempre a los trabajadores canadienses”, dijo Justin Trudeau después del testimonio de Jody Wilson-Raybould. Y además indicó que decidirá muy pronto si su ex ministra puede continuar formando parte del Partido Liberal.
Alain Gravel conversó con Chantal Hébert
RCI/Radio Canadá/CBC/Internet
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