La provincia de Nueva Escocia, en el este canadiense, busca introducir nuevas normas para regular el mercado del alojamiento temporario, que se encuentra en plena expansión.
El ministro provincial de Comercio, Geoff Mac Lellan, dijo que se llevarán a cabo rondas de consultas con las municipalidades y la industria, y que las disposiciones no entrarán en vigencia por al menos otro año.
La iniciativa tiene que ver con la preocupación expresada por los responsables de hoteles y moteles, ante el aumento acelerado de la modalidad de alojamiento temporal en viviendas particulares u otras modalidades no convencionales, utilizadas para acomodar a los turistas.

Geoff MacLellan, ministro de Comercio provincial. AP Photo/Lisa Rathke
Entre las disposiciones que se busca poner en práctica figura la obligación para los operadores que utilicen servicios como Airbnb de registrarse en un sistema en línea, aunque la exigencia no será aplicable a las personas que decidan rentar un espacio en su vivienda de residencia principal.
Otra de las propuestas es que los operadores a baja escala paguen un impuesto a la propiedad residencial, en lugar de una tasa de tipo comercial.
El ministerio de Asuntos Municipales elaborará una serie de regulaciones para definir el tipo de establecimientos que pueden ser destinados al alojamiento turístico de baja escala, incluyendo el máximo de habitaciones que se pueden destinar a tal actividad en un mismo edificio.
Según las autoridades provinciales, el objetivo de la reforma es ayudar al crecimiento del sector turístico en Nueva Escocia, con la meta de llegar a una facturación de 4 mil millones de dólares en 2024.

La provincia busca atraer a más turistas. Foto: iStock.
Según un estudio producido por el sector privado, la estrategia provincial necesitará entre 5.500 y 7.000 unidades adicionales, para dar satisfacción a la creciente demanda de alojamiento.
El plan oficial fue bien recibido por la titular de Airbnb en Canadá, Alexandra Dagg.
De todos modos, los funcionarios aun no aclararon de qué manera se asegurarán que las nuevas medidas sean aplicadas en todo el territorio provincial.
En ese sentido, la iniciativa estipularía una serie de penalidades para quienes incumplan las normas, una vez que estas entren en vigencia, con multas que irían de 500 a 1.000 dólares.
Nueva Escocia viene registrando un número creciente de turistas en todo su territorio, consolidando una actividad que podría sumar ingresos importantes a la economía local.
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