Un sacerdote de Montreal, acusado de haber agredido sexualmente a dos menores, fue detenido por la policía, que lo esposó y lo trasladó a prisión, bajo la mirada de ambas víctimas.
El religioso Brian Boucher no mostró ninguna emoción cuando una jueza de Quebec decidió aplicar la recomendación de la fiscalía y de la defensa, al imponer una pena de 8 años de reclusión al acusado.
Boucher fue señalado como responsable de haber abusado sexualmente de dos menores, que habían sido puestos bajo su protección por sus familias, por la confianza que tenían en él, en virtud de su condición de cura, según señaló la magistrada del caso, Patricia Campagnone.

Los abusos sexuales por parte del clero son uno de los principales desafíos que enfrenta el papa Francisco. Foto: AP Photo/Alessandra Tarantino.
Al fundamentar su decisión, la jueza señaló que los actos cometidos por el religioso han tenido efectos sobre las vidas de ambas víctimas.
Las dos personas abusadas, que en la actualidad son adultos, afirmaron en su declaración que aún arrastran las secuelas de las acciones cometidas por Boucher, que además tuvieron lugar en momentos en los que el cura debería haber velado por la seguridad y la integridad de los pequeños.
La jueza afirmó que las dos víctimas arrastrarán una pena durante toda su vida, en razón del comportamiento del acusado, al tiempo que sostuvo que ninguna condena va a devolverles aquello de lo que fueron despojados en su momento.
El sacerdote había sido reconocido culpable de la agresión de una de las dos víctimas el 8 de enero último, cuando llegó a su fin el juicio al que fue sometido; el hombre se declaró culpable del otro hecho antes incluso del inicio de un segundo proceso, que había sido fijado para el 21 de enero.

El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, fue acusado de encubridor. REUTERS/Ivan Alvarado.
El caso se inscribe dentro de una serie de escándalos que involucran a religiosos en casos de abusos de menores y que han puesto en jaque a la iglesia católica.
El papa Francisco acaba de aceptar la renuncia de una de las jerarquías más altas de esa iglesia en Chile, señalado como responsable de haber encubierto casos de delitos sexuales en contra de menores de edad.
Otros casos resonantes han salido a la luz en los últimos años, principalmente en Chile, Irlanda y Estados Unidos.
El pontífice ha llamado en más de una ocasión a poner fin a los delitos de abuso contra menores por parte de integrantes del clero, aunque los críticos señalan que hasta el momento no ha hecho lo suficiente para terminar con la situación.
En el caso de Canadá, desde hace años se suceden decenas de denuncias por abusos de menores, ocurridos durante años en colegios internados regenteados por la iglesia católica.
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