El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, criticó a las autoridades de la provincia de Nuevo Brunswick, por su oposición al impuesto federal a las emisiones de carbono.
El mandatario hizo su comentario una semana antes de la entrada en vigencia del plan federal, en cuatro provincias que no cuentan con un gravamen propio en la materia.
Durante una escala en Nuevo Brunswick, Trudeau insistió en la necesidad de contar con el impuesto impulsado por su administración, como una medida para contrarrestar la polución.

El mandatario reconoció el interés de los canadienses en materia ambiental. THE CANADIAN PRESS/Stephen MacGillivray
El jefe de gobierno sostuvo lamentar que las autoridades de esa provincia “no piensen que poner un precio a la contaminación es importante”.
Trudeau insistió en la necesidad de reconocer la existencia del cambio climático y que la polución ha sido gratis, por lo que una manera de contrarrestarla es poniéndole un precio.
“Es una pena que los gobiernos conservadores, no sólo aquí, pero también en el resto del país, no piensen que luchar contra el cambio climático es una prioridad. Pero sé que los habitantes de Nuevo Brunswick, y por supuesto los canadienses, saben que debemos hacerlo, si queremos que nuestra economía siga siendo fuerte en el futuro”, agregó el primer ministro.
Las otras tres provincias que no cuentan con un impuesto propio para las emisiones de carbono son Saskatchewan, Manitoba y Ontario.
En su recorrida por la provincia, el primer ministro habló con personas de la tercera edad en Halifax, con quienes abordó el plan de cobertura de medicamentos y el presupuesto federal.

Trudeau fue interpelado por Darlene Gilbert, militante indígena por la defensa del agua. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan
También mantuvo contacto con manifestantes preocupados con un plan para almacenar gas en enormes depósitos subterráneos, que estarán ubicados al norte de la capital provincial.
Al respecto, una mujer indígena criticó la postura del mandatario, diciendo que “usted no está protegiendo nuestras vías de agua. Usted nos está diciendo que envenenemos nuestras aguas, para que ustedes puedan producir energía”.
El proyecto incluye la construcción de grandes “cavernas” subterráneas, mediante el bombeo de agua del Río Shubenacadie, con las que se busca limpiar el sitio de la sal presente en el lugar, para luego volver a arrojar las aguas a su cauce original.
El gobierno federal dijo recientemente que intervendrá para regular el plan de la compañía encargada del proyecto, Alton Gas, para asegurarse que el mismo no implique riesgos para la supervivencia de los peces, el hábitat de los mismos y la salud de las personas.
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