Las autoridades de Ecuador reconocieron que están revisando la situación de Julian Assange, días después que el sitio de información WikiLeaks anunció que su fundador será expulsado de la embajada del país sudamericano en Londres.
La situación de Assange, refugiado en la sede diplomática desde hace más de 6 años, tras una denuncia por presunta violación presentada en Suecia, que luego fue archivada, dio un giro tras el cambio de gobierno en Ecuador y la salida del ex mandatario Rafael Correa.
Tras el recambio de poder en mayo de 2017, la administración presidida por Lenin Moreno ha buscado un acercamiento con Estados Unidos, y acusó al creador del sitio de informaciones por Internet de haberse inmiscuido en cuestiones internas de su país.

Las muestras de apoyo a Assange son contínuas desde hace 6 años. REUTERS/Henry Nicholls.
Assange es señalado como responsable de haber intentado influir en las elecciones estadounidenses de 2016 y de haber difundido informaciones confidenciales ligadas a la seguridad nacional, por lo que Washington busca su extradición.
En 2017, el periodista se naturalizó ecuatoriano y el gobierno de Quito lo nombró consejero ante su embajada en Moscú, la capital de Rusia, con el objetivo de que pudiera abandonar la embajada en Londres sin correr el riesgo de que la policía británica lo arrestase, al detentar inmunidad diplomática.
Sin embargo, las autoridades británicas no reconocieron el estatus acordado por Ecuador a Assange y el nombramiento fue anulado poco tiempo después.
El pronunciamiento de Assange sobre diversas cuestiones que afectan a figuras y las políticas de diversos países ha puesto frecuentemente en aprietos a las autoridades ecuatorianas, que buscan acotar sus intervenciones públicas.
En octubre último, el gobierno ecuatoriano impuso al periodista un estricto código de comportamiento, regulando las visitas que puede recibir, así como sus posibilidades de comunicación con el mundo exterior e imponiendo, incluso, la obligación de realizar tareas domésticas.

Hasta el gato de Assange ha sido motivo de fricciones en la sede diplomática. REUTERS/Peter Nicholls.
La negativa de Assange a respetar las nuevas disposiciones se convirtió en una ocasión para que Quito advierta la posibilidad de dar por terminada la estancia del hombre en su sede diplomática y obligarlo a abandonar la misma.
El creador de Wikileaks denunció en su momento un plan de Estados Unidos tendiente a juzgarlo y condenarlo por la publicación de miles de documentos secretos, aunque cree que la actitud de las actuales autoridades ecuatorianas está motivada por sus críticas al gobierno de Moreno, que lo acusa de haber difundido fotos, videos y conversaciones privadas del mandatario y su familia.
Según los observadores, Quito se apresta a tomar una decisión en relación con el caso en las próximas horas.
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