Un chofer de taxi canadiense, que se dedicaba a conducir a inmigrantes irregulares a un túnel ferroviario que circula bajo el río Detroit, fue condenado Estados Unidos a pasar 16 meses en prisión.
El hombre, un ciudadano canadiense de 53 años de edad, originario de Guatemala, compareció frente a un tribunal federal estadounidense, que los juzgó por haber tomado parte en el traslado de inmigrantes irregulares.
Además de la reclusión que se le impuso, el acusado deberá pagar una multa de 8680 dólares, un monto equivalente al que cobró a seis personas que fueron interceptadas el año último, cuando salían del túnel del lado de la ciudad de Detroit.

Imagen de las cámaras de seguridad del casino de Windsor, donde se ve al acusado. Foto: U.S. Attorney’s Office in Detroit via AP.
El paso en cuestión tiene una extensión de 2,5 kilómetros de largo y es usado por las formaciones ferroviarias que circulan entre la provincia canadiense de Ontario y Estados Unidos.
El paso irregular de inmigrantes a través de la frontera entre ambos países, que tiene una extensión de 8.891 kilómetros, ha llamado la atención de las autoridades y los medios de comunicación sobre todo en los últimos dos años, pero debido a la llegada en masa a Canadá de personas que buscan salir de suelo estadounidense, tras la llegada de Donald Trump al poder.
Numerosos sitios a lo largo de la extendida frontera se convirtieron en lugares para el paso frecuente de personas que, temerosas de ser expulsadas de Estados Unidos, se dirigen a suelo canadiense aún bajo el riesgo de ser detenidas por las autoridades, con la intención de pedir refugio aquí y evitar ser enviadas por la fuerza a sus países de origen.
De todos modos, el paso de migrantes irregulares desde Canadá hacia Estados Unidos es una realidad señalada en reiteradas ocasiones por las autoridades de ambos lados de la frontera, quienes intentan poner fin a las actividades de quienes lucran con la desesperación de esas personas.

La escasa distancia que separa a Windsor, en Canadá, y Detroit, en Estados Unidos. Imagen: Google Maps.
La procuradora adjunta estadounidense, Susan Fairchild, subrayó el carácter arriesgado del paso en cuestión, que cuenta con una pasarela para las personas de apenas 43,1 centímetros de ancho y se encuentra en mal estado de conservación.
Según pudieron establecer las pericias, el acusado llevaba a sus clientes hasta la entrada del túnel en la localidad canadiense de Windsor, donde los dejaba para que cruzaran la estructura por su cuenta.
Varios detenidos por los agentes estadounidenses reconocieron al hombre como quien los había ayudado a llegar al lugar.
La procuradora reconoció que resultó imposible establecer el número preciso de migrantes que pudieron atravesar el paso con la intervención del taxista, debido a la naturaleza clandestina de su accionar.
El hombre fue detenido en agosto último, cuando intentaba ingresar a Detroit para celebrar su aniversario de casamiento.
Ante el juez, el taxista dijo sentirse arrepentido de sus actos.
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