El Tribunal Superior de Justicia de Brasil examinará este marte el recurso presentado por el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, contra su condena a 12 años de prisión, acusado bajo el cargo de corrupción.
El ex mandatario se encuentra detenido desde hace aproximadamente un año, en el marco de un caso por corrupción que implica al gigante petrolero Petrobras.
Desde abril de 2018, Lula se haya alojado en un establecimiento carcelario del sur de país, tras haber sido encontrado culpable de aceptar un departamento de manos de contratistas, a cambio de asegurarles contratos con la firma petrolera.
El ex presidente negó los cargos, pero sendos tribunales de primera y segunda instancia lo hallaron culpable.
Las manifestaciones de apoyo a Lula siguen desde el momento mismo de su detención. REUTERS/Amanda Perobelli.
Da Silva fue procesado y enviado a prisión cuando se disponía a presentarse a la elección presidencial de 2018, en momentos en que los sondeos de opinión lo daban como favorito para imponerse en las urnas, en un proceso electoral accidentado, que finalmente llevó a la presidencia al actual mandatario, el derechista Jair Bolsonaro.
La audiencia, prevista para el martes, contará con la presencia de 4 magistrados, ya que el quinto que integra el tribunal se excusó, por estar relacionado con una de las partes.
Al tratarse de una cifra par de jueces, si se presenta el caso de que no se llegue a una mayoría, para dictaminar sobre el recurso presentado, un integrante de otro tribunal podría ser convocado para sumarse a la votación.
Lula sostiene que fue condenado sin pruebas y denunció una persecución judicial en su contra, para impedir a su fuerza política, el Partido de los Trabajadores, de izquierda, la posibilidad de llegar nuevamente al poder en Brasil.
La popularidad de Bolsonaro cae en picada. REUTERS/Adriano Machado.
La última mandataria de esa formación, Dilma Rousseff, fue removida de su cargo tras un discutido proceso de enjuiciamiento por parte del parlamento, acusada de “maquillar” las cuentas fiscales y fue reemplazada por Michel Temer, quien hasta ese momento ocupaba el cargo de vicepresidente, en virtud de la alianza del Partido de los Trabajadores con su formación, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de centro.
Temer se encuentra acusado por numerosos cargos de corrupción. La justicia de su país los señala como el líder de una organización criminal, que cobró sobornos, fraguó presupuestos y lavó dinero. No obstante, tras haber sido detenido el 21 de marzo último, recuperó su libertad pocas horas después.
“Nunca presentaron pruebas en mi contra. Yo soy un preso político, exiliado en mi propio país”, sostuvo recientemente Lula en un mensaje escrito.
Los abogados del ex presidente solicitan que su cliente sea absuelto y puesto en libertad de manera inmediata.
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