La presidencia de la República Centroafricana recordó que el acuerdo de paz concluido en Jartum, Sudán, con 14 grupos rebeldes en el mes de febrero pasado está sometido a la Constitución y no otorgará “la amnistía”, en respuesta a las críticas a la nominación de varios jefes de guerra a cargos gubernamentales.
El acuerdo de paz “no contempla la amnistía y otorga mucha importancia a la lucha contra la impunidad”, explicó la Presidencia del país en un comunicado hecho público este jueves por la noche.
“Los acuerdos de paz no tienen en ningún caso el valor de tratados internacionales. Al contrario, están sometidos a la Constitución”, añade el comunicado y resalta sin embargo, el contexto “excepcional” y “transitorio” de este tipo de acuerdo.

Manifestaciones de apoyo al General Francois Bozize. (Foto: DESIREY MINKOH/AFP/Getty Images)
El 24 de marzo pasado, varios líderes de grupos armados que controlan una gran parte del país fueron nombrados a cardos de consejeros militares especializados que relevan del Primer ministro en el marco del acuerdo.
Desde entonces, los opositores políticos, ONGs e investigadores han expresado su temor a una amnistía general y criticaron vigorosamente estas nominaciones.
En un comunicado publicado el miércoles de esta semana, la organización de defensa de los Derechos Humanos, Human Right Watch, HRW, hizo un llamado a los procuradores de la República Centroafricana para que “investiguen a los líderes de milicias recientemente afectados a cargos gubernamentales”.
“Algunos dirigieron grupos armados responsables de atrocidades generalizadas en el transcurso de los últimos años, entre las que se pueden contar crímenes de guerra y posibles crímenes contra la humanidad”, declaró HWR.

El depuesto presidente General Francois Bozize, de la República Centroafricana, el 13 de marzo de 2005. (Foto: ISSOUF SANOGO/AFP/Getty Images)
Según HRW, activistas y víctimas expresaron “serias inquietudes en cuanto a la posibilidad que el acuerdo pueda ser instrumentalizado para excluir la justicia por los crímenes pasados”.
El Acuerdo de Jartum, apoyado por todos los asociados de la República Centroafricana y preparado desde 2017 por la Unión Africana, es el octavo acuerdo firmado desde el inicio de la crisis acentuada por el derrocamiento en marzo de 2013 del presidente François Bozizé.
Rica en recursos naturales, la República Centroafricana está desgarrada por la guerra que ha obligado a cerca de la cuarta parte de los 4.6 millones de habitantes a abandonar sus domicilios.
Y según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en 2019, 2,9 millones de personas, más de la mitad de ellas niños, necesitaría asistencia humanitaria, lo que representa más del 63% de la población.
RCI/AFP/france24.com/Internet
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