Las mujeres aun siguen relegadas en los puestos decisorios. Foto: iStock.

Reclaman más mujeres en cargos directivos empresariales

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Las empresas que tienen equilibrio de hombres y mujeres, sobre todo en puestos directivos, obtienen mejores resultados y ganancias más altas, sostiene un informe dado a conocer por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El reporte indica, además, que los países que emplean un mayor número de mujeres experimentan un crecimiento económico más pronunciado.

El texto, divulgado por el organismo integrante de Naciones Unidas, lleva por título “Mujeres de negocios y mujeres cuadros. Los argumentos a favor del cambio”.

Recursos humanos, una función clave en la que sigue habiendo pocas muejres. Foto: iStock.

Los autores sostienen que una fuerza de trabajo mixta se constituye en una “estrategia de negocios inteligente” y que cuando hombres y mujeres se hallan presentes en los estamentos directivos empresariales, las firmas registran un aumento de beneficios que va del 5 al 20 por ciento.

El documento cobra un significado particular en momentos en que la igualdad salarial y de posibilidades laborales es materia de debate aun en numerosos países.

Más de la mitad de las empresas que aumentaron sus beneficios reconocieron que un mayor número de mujeres en la dirección facilitó el reclutamiento de personas con talento, al tiempo que mejoró la creatividad, la innovación y la reputación de la compañía.

La investigación de la OIT abarcó datos estadísticos de 186 países y analizó un período comprendido entre los años 1991 y 2017.

En la actualidad, el equilibro de sexos en los puestos directivos en el mundo de los negocios varía entre el 40 y el 60 por ciento de los casos y según el documento se empieza a constatar los efectos beneficiosos de la mixtura de género, cuando las mujeres ocupan por lo menos el 30 por ciento de los cargos de cuadros superiores empresarios.

El objetivo debería ser lograr una dirección y fuerza laboral equilibradas en cuanto a género. Foto: iStock.

De todos modos, los autores remarcaron que aún resta mucho trabajo por hacer, cada vez que dos tercios de las firmas consultadas reconocen que aún están lejos de alcanzar el objetivo de una presencia equilibrada de hombres y mujeres en los puestos de mando.

La situación varía según los países e, incluso, por regiones.

Asia y el Pacífico se ubica a la cabeza con el 20,2 por ciento de mujeres de negocios y en cargos directivos. La región donde la proporción es más baja está representada por África, con 10,9 por ciento.

En términos globales, cerca del 20 por ciento de los cargos directivos son detentados por mujeres, generalmente en el caso de las empresas más pequeñas.

El documento de la OIT demuestra que queda mucho por hacer en materia de igualdad laboral. Imágen: OIT-ONU.

Etapas previas pendientes

Según datos estadísticos que datan de 2017, en Canadá, el 82 por ciento de las mujeres entre 25 y 54 años se hallaba activo en el mercado laboral.

Se trató de una masa de trabajo compuesta por 6.000.000 de personas.

En 1983, la cantidad de mujeres que trabajaban llegaba a la mitad, totalizando 3.300.000 y eran apenas 563.000 al promediar en siglo, en 1950.

A los escollos que las mujeres deben superar para acceder al empleo, ya no a cuadros de mando sino a la posibilidad simple de poder trabajar por un salario, se suman, además del sexo, la pertenencia a una minoría visible, formar parte de las comunidades autóctonas o ser inmigrante.

¿Mujer e inmigrante? Los problemas a la hora de hablar de inserción laboral. Foto: iStock.

Las distancias que existen entre sexos en la tasa de empleo con relación a los niveles de educación son otro dato que resalta.

Si bien a lo largo del tiempo esas diferencias se han ido reduciendo, sobre todo gracias al progreso logrado por las mujeres en materia de escolaridad, la brecha aún persiste. Entre las personas que no poseen un título de estudios de nivel secundario, los hombres logran un 67,2 por ciento de inserción laboral, contra sólo el 49 por ciento de las mujeres.

La distancia se acorta a medida que aumenta el nivel de instrucción.

Entre los poseedores de un certificado de estudios postsecundarios, 88,7 por ciento de los hombres se hallaba empleado, contra 82,1 por ciento de las mujeres. Si nos referimos a quienes cuentan con titulación universitaria, las cifras son 89,9 y 83,1 por ciento respectivamente.

Los progresos en materia de intrucción se ven reflejados, aunque con cierta demora, en el campo laboral. Foto: iStock.

En Quebec

En el caso específico de la provincia de Quebec, según datos oficiales de 2017, 2.010.000 mujeres se hallaban empleadas ese año, contra 121.000 desocupadas y 1.369.000 inactivas, consideradas estas como personas que no trabajan pero tampoco se encuentran en búsqueda de empleo.

Del total de la fuerza laboral, 1 de cada 10 mujeres era trabajadora autónoma, 1 sobre 4 trabajaba a tiempo parcial y 4 sobre 10 se hallaban sindicalizadas.

El 16 por ciento de las trabajadoras eran inmigrantes y el 63 por ciento desempeñaba tareas en el sector público.

Un sector público más igualitario

En base a la Encuesta Sobre la Población Activa canadiense de 2015, el 54 por ciento de los legisladores y de cuadros superiores de la administración pública estaba compuesto por mujeres. En 1987, esa representación era del 36,8 por ciento.

En contraposición, en el sector privado las mujeres desempeñaban el 25,6 por ciento de los puestos decisorios, con un aumento del 11,3 por ciento respecto a 1987.

La maternidad sigue siendo usada para discriminar en el ámbito laboral. Foto: istock.

Fuentes: OIT / The Candian Press / Statistics Canada / Institut de la Statistique Quebec.

Categorías: Economía, Política, Sociedad
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