Nueve detenidos sospechosos de haber ordenado las masacres que dejaron 55 muertos en dos días en el norte de Brasil, serán transferidos esta semana a cárceles de alta seguridad, anunciaron este martes las autoridades.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, había anunciado ya anoche que se liberarían lugares en las cárceles federales. Es en este tipo de cárceles de alta seguridad que son enviados generalmente los detenidos más peligrosos, en particular los líderes de facciones criminales, para aislarlos de los otros prisioneros.
Sergio Moro, ministro brasileño deministro de Justicia y Seguridad Pública. (Foto: NELSON ALMEIDA/AFP/Getty Images)
La mayoría de las víctimas del lunes fueron asesinadas por asfixia. La administración penitenciaria explicó que la intervención rápida de la policía militar en las cárceles había permitido evitar que el número de muertos fuera mayor.
El ministro Moro anunció también el envío de un “equipo de intervención” en las cárceles del Estado de Amazonas, donde la vigilancia has sido reforzada y las visitas suspendidas por un mes. El gobernador Wilson Lima dijo hoy a la prensa local que 20 hombres deberían llegar de refuerzo durante el día y otros 80 deben llegar antes del fin de semana.
Tres de las 4 cárceles donde se produjeron las masacres del lunes están muy cerca las unas de las otras y situadas cerca de Manaos, capital del Estado de Amazonas. El domingo pasado fueron encontrados 15 cuerpos en el complejo penitenciario Anisio Jobim, después de lo que las autoridades locales describieron como “una pelea entre prisioneros”.
Familiares de detenidos manifiestan frente a la cárcel donde varios de ellos fueron asesinados por asfixia este 27 de mayo 2019. (Foto: REUTERS/Bruno Kelly – RC1A4BBBBB00
El lunes otros 4 detenidos fueron asesinados en el mismo establecimiento, donde en enero de 2017, una sangrienta rebelión que duró unas 20 horas, dejó un saldo de 56 muertos. Una de las peores masacres de la historia de las cárceles brasileñas.
El Secretario de la Administración penitenciaria del Amazonas, indicó en un comunicado que esta masacre había sido motivada por un conflicto interno entre miembros de la misma facción de narcotraficantes.
Con unos 727.000 presos censado en 2016, Brasil cuenta con la tercera población carcelaria más grande del mundo, a menudo sacudida por dramas relacionados a enfrentamientos entre bandas rivales.
RCI/AFP/Folha.uol.com.br
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