Este 5 de junio estoy cumpliendo 44 años de vivir en Quebec. Y lo curioso es que cuando llegué a Montreal ese verano de 1975, a mi conocimiento, no sufría absolutamente de ningún tipo de alergia. Pero con el correr del tiempo, después de unos 20 o 25 años en Canadá, empecé a sentir ciertos síntomas de las alergias que sufro ahora que son alergias estacionales.
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Las alergias estacionales, también conocida como “fiebre del heno” o “rinitis alérgica estacional”, son malestares que provocan escozor en los ojos y estornudos a repetición. Y el peor momento para estas alergias es justamente ahora, durante la primavera, cuando los árboles y plantas liberan diminutas partículas de polen al aire para fecundar otras plantas.
La primera vez que sentí esta incomodidad me encontraba justamente paseando en el Jardín Botánico de Montreal. Los ojos me empezaron a arder bruscamente, arrancándome lágrimas no deseadas. Con el correr del tiempo me fui acostumbrando a este fenómeno que ocurre durante todas las primaveras. Pero debo considerarme con suerte porque algunas personas suelen reaccionar durante la primavera, el verano y la primera parte del otoño.
Pues bien, a mí ya me parecía que este año la temporada de las alergias era peor que en el pasado y en efecto lo es. A ese respecto, Dominique Seigneur, Directora de comunicaciones de Alergias Quebec, dice que efectivamente la temporada de alergias ha ido empeorando con los años debido a los cambios climáticos que prolongan la temporada en la que las plantas y los árboles producen el polen.
Diríamos que este año pasamos a un nivel más elevado. Todos sentimos la primavera tardía, los brotes de las plantas tardan un poco más en salir, los tulipanes y los manzanos tardaron una semana más en florecer. Todo eso hace que haya polen en suspensión durante un período más importante. Y nos encontramos siempre con las mismas estadísticas: una persona de cada 8 que sufre de rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno o alergias estacionales, creo que esas estadísticas no van a disminuir en los próximos años.
Y para los que sufrimos de distintos tipos de alergias estacionales el verano y el otoño van a ser largos. Actualmente es el florecimiento de las gramíneas, tales como el heno, césped y de todo lo que están suspensión. Y al mismo tiempo, durante el mes de marzo tuvimos el polen de los árboles y los arbustos. Después, a finales del verano y el otoño es el turno del polen de las plantas urticantes.
Entonces, dependiendo del tipo de alergia a la que suframos, podemos estar seguro que tenemos meses de puro placer urticante delante de nosotros. Y como dice Dominique Seigneur, si hay personas que sufren de alergias a 2 o 3 de estas categorías de plantas es muy posible que sufran de alergias estacionales desde los primeros días de la primavera hasta los primeros días del otoño. Desafortunadamente, cuando hablamos de una temporada que se alarga, no se alarga solamente por categorías, sino que podemos sufrir de alergias durante 6 u 8 meses al año. Para los asmáticos también es una temporada muy difícil.
Hay una agravación del asma si hay personas que son asmáticas. La forma como diferenciamos una alergia de una gripe es que la claridad de las mucosidades, el escozor y lagrimeo de los ojos. A muchas personas se le hinchan los párpados y se le enrojecerán los ojos. Habrá estornudos abundantes y a repetición. Se puede también sufrir de dolor de cabeza.
Entre las víctimas de las alergias estacionales encontramos a los niños y si sufren de asma es todavía peor para ellos. Por esta razón hay que dedicarles una atención particular durante este período.
La pregunta que se impone a estas alturas del partido es si existen remedios o medicamentos que puedan ayudar a los alérgicos a soportar esta difícil época del año. Pues sí, en las farmacias se venden los tradicionales antihistamínicos de la nueva generación que no provocan somnolencia pero desafortunadamente para algunas personas su consumo puede ser necesario durante varios días, semanas o meses.
Entonces, para las personas que sufren de alergias y que no quieran abusar de los antihistamínicos deben evitar salir de sus casas entre las 7 de la mañana y la una de la tarde porque es el momento en que las concentraciones de polen son más intensas.
Hay que evitar de salir al exterior los días en que hay mucho viento, porque el polen se desplaza con él y puede ser más difícil para algunas personas. Los que se quedan en casa deben cerrar las ventanas y en ese momento hay que pensar en un aire acondicionado. Lo mismo en su automóvil. Los lentes ahumados pueden proteger los ojos también. Y cuando sale al exterior y regresa a su casa ponga a lavar la ropa.
Así que personalmente, después de 44 años de vida norteamericana me he vuelto alérgico al polen, pero no al punto en que Dominique Seigneur, Directora de comunicaciones de Alergias Quebec, nos informa en este reportaje.
Alain Gravel entrevistó a Dominique Seigneur
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