«Camboya no es un basurero en el que los países extranjeros puedan eliminar los desechos electrónicos obsoletos. Nuestro gobierno también se opone a cualquier importación de desechos plásticos y lubricantes para su reciclaje en Camboya», dijo Neth Pheaktra, portavoz del Ministerio de Medio Ambiente del sudeste asiático.
Camboya es el tercer país, luego de Filipinas y Malasia, en expresar su intención de devolver la basura canadiense a los canadienses.
El ministro camboyano de medioambiente también dijo que se han encontrado 83 contenedores llenos de desechos plásticos de Estados Unidos y Canadá en el puerto de Sihanoukville y que Camboya comenzará el proceso de devolución de estos desechos a sus países de origen.
Neth Pheaktra reportó que 70 de los contenedores fueron enviados desde los Estados Unidos y 13 desde Canadá.
Kun Nhim, Director General del Departamento General de Aduanas e Impuestos Especiales de Camboya, dijo a Associated Press que se habían tomado medidas después de que otros países de la región, como Malasia, Indonesia y Filipinas, hubieran llamado la atención de las autoridades camboyanas.
Aclaró que los 83 contenedores, que llegaron en un período que comenzó en octubre de 2018, contenían sólo desechos plásticos, no materiales tóxicos ni sustancias radiactivas.
El pasado mes de junio, 69 contenedores de residuos que se habían estado pudriendo en Filipinas desde 2013 fueron devueltos a un puerto de Vancouver.
Las autoridades canadienses habían indicado que los 69 contenedores debían descargarse y almacenarse ahí antes de ser trasladados a una instalación de incineración en Burnaby, Columbia Británica.
Estos residuos se enviaron a Filipinas entre 2013 y 2014 y fueron etiquetados falsamente como plástico para su reciclado.
Los residuos provocaron una disputa diplomática entre los dos países, en la que el presidente filipino Rodrigo Duterte amenazó con devolverlos a Canadá.
Unas semanas después de estos comentarios del presidente de Filipinas, el Ministro de Medio Ambiente de Malasia anunció que 60 contenedores llenos de desechos contaminados que habían entrado ilegalmente en Malasia serían devueltos a sus países de origen, incluido Canadá.
Un total de 3000 toneladas de productos no reciclables procedentes de los Estados Unidos, Australia, el Reino Unido y Canadá fueron reenviadas. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cada año se producen unos 300 millones de toneladas de plástico. Gran parte de ella termina en vertederos o en los océanos.
(Foto: ©Sea Seakleng/The Associated Press)
El contexto
La disputa sobre basura entre Canadá y Filipinas, la más conocida de las tres que Canadá tiene con países sudasiáticos, comenzó cuando basura canadiense mal etiquetada fue enviada a Manila por una empresa privada de reciclaje. Los 103 contenedores que salieron de Vancouver en 2013-14 fueron etiquetados como plásticos reciclables; en cambio, contenían basura doméstica. Las complejidades de los tratados internacionales, la empresa privada involucrada y la burocracia complicaron la situación hasta 2019, cuando el presidente filipino, Rodrigo Duterte, comenzó a amenazar a Canadá con ultimátums. El 7 de mayo de 2019, se anunció que las dos naciones habían llegado a un acuerdo.
La empresa Chronic Plastics ha sido acusada de violar el Convenio de Basilea (sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación) del cual Filipinas y Canadá son signatarios. Mientras que el tratado estipula que «el país exportador debe recoger los materiales de desecho si el país receptor se niega a aceptarlos», Canadá se negó en un primer momento basándose en que la basura era un residuo sólido municipal, no un residuo peligroso.
Repatriación
En 2016, un tribunal filipino dictaminó que la basura debía regresar a Canadá. Ese mismo año, las leyes ambientales canadienses fueron modificadas para exigir a empresas como Chronic Plastics que recogieran su basura. En la cumbre de 2017 de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, explicó que las leyes y los reglamentos canadienses habían prohibido que su país aceptara la basura, pero que existían soluciones provisionales, aunque las dos naciones aún no se habían puesto de acuerdo sobre las responsabilidades financieras.
En junio 2019, 69 de los 107 contenedores de basura que estaban en Filipinas desde 2013 fueron devueltos a Canadá.
RCI/The Associated Press/Reuters
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