Una persona resultó muerta y otras dos heridas, como resultado de un operativo policial llevado a cabo el miércoles 17 de julio en Managua, la capital de Nicaragua.
La acción fue denunciada por organismos de defensa de los derechos humanos, como un caso de represión contra opositores políticos por parte del gobierno del presidente Daniel Ortega.
Según un comunicado emitido por la policía nicaragüense, efectivos de la fuerza fueron atacados a tiros cuando llevaban a cabo una operación para detener a un delincuente quien, según la información brindada, habría disparado contra los agentes al verse rodeado.
El hecho ocurrió en la ciudad de León, aproximadamente a 90 kilómetros al noroeste de la capital del país.
Las protestas y denuncias por inseguridad han ido en aumento. REUTERS/Oswaldo Rivas.
Los responsables policiales dijeron que el hombre murió cuando uno de los policías respondió a la agresión de la que fue objeto disparando con su arma reglamentaria.
En la acción resultaron heridos el hermano y un tío del delincuente en cuestión, que fue identificado como Bryan Murillo.
Allegados a las víctimas desmintieron la versión oficial de los hechos y acusaron a los agentes de disparar a mansalva.
Según los denunciantes, la policía irrumpió en la morada familiar durante la madrugada y los efectivos comenzaron a disparar en la obscuridad.
Por su parte, la madre de Murillo dijo que se trató de un “crimen de odio” y desmintió que sus hijos estén relacionados con el mundo delictivo.
Una parte de la población sigue apoyando a Ortega. REUTERS/Oswaldo Rivas.
El Centro Nicaragüense por los Derechos Humanos (CENIDH) calificó el accionar policial como un acto de barbarie.
Numerosas entidades de Nicaragua y del extranjero vienen expresando, desde hace tiempo, su preocupación por un deterioro de las garantías personales en esa nación centroamericana y acusan al gobierno de Ortega de estar detrás de una acción coordinada, con el objetivo de perseguir y reprimir a los opositores políticos.
Ortega, que llegó al gobierno por primera vez a fines de la década de 1970, encabezó la Revolución Sandinista que puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza y con la que se mantuvo en el poder hasta 1990, tras perder las elecciones ante Violeta Chamorro.
Retornado al poder en 2007, el ex líder guerrillero fue reelecto en forma sucesiva en otros dos períodos.
Acusaciones de corrupción, persecución contra los opositores y abuso sexual han arrojado sombras sobre la figura de quien fuera uno de los líderes latinoamericanos más carismáticos de fines del Siglo 20.
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