AP Photo/Jenny Kane

FaceApp: otra vez viral con la privacidad en la mira

Las modas en el mundo real van y vienen, época tras época, y en el mundo digital, también suele suceder. En este caso, se trata de una aplicación que fue furor en el 2017 y que en los últimos días, volvió al escenario virtual, sonando con mucha fuerza una vez más. Se trata de FaceApp, una aplicación para teléfonos inteligentes con sede en Rusia, que volvió a ser el centro de la atención en internet esta semana, pues millones de usuarios compartieron fotos personales con un filtro que los hace envejecer, dando en algunos casos resultados sorprendentes. Y quizás lo más sorprendente del caso es que en los últimos días se supo que los creadores de la aplicación están recolectando metadatos de las fotos procesadas por dicha aplicación. 

Faceapp.com

FaceApp volvió a ser viral, en este caso, empujada por una avalancha de imágenes de celebridades que mostraban un comparativo entre fotos ahora, y con el filtro de envejecimiento. Lo que también llamó la atención fue la extensión del contrato que contiene los términos de uso del servicio cuando uno baja la aplicación, contrato que debe ser aceptado para poder “jugar” con los filtros. Dicha aplicación ofrece una amplia gama de filtros o “manipulaciones” de imágenes faciales, entre ellas, cambio de género, edad, y vello facial, esto dentro de las opciones grátis, y muchos más filtros, cuando se recurre a la versión “pro”. Y dentro de los términos y condiciones de uso, al aceptar dicho contrato, el usuario está concediendo derechos de reproducción, modificación y publicación de dichas fotos y otros contenidos del usuario. 

El autor de esta crónica con el filtro de envejecimiento. / RCI – Leonardo Gimeno

Algunos analistas habían advertido que la imágenes transformadas por FaceApp, podrían ser utilizadas para crear una base de datos con Inteligencia Artificial, acusación que fue realizada contra el reto viral #10TearChallenge (desafío de los 10 años) que fue tendencia a principio del 2019. Ese reto proponía compartir una foto del 2009 y una del 2019, dejando una especie de testimonio visual del paso del tiempo. En ese caso, varios expertos en temas de privacidad habían llamado la atención del público en general advirtiendo que las grandes compañías estaban detrás de dicho reto para intentar mejorar sus herramientas y algoritmos de reconocimiento facial. En el caso puntual de FaceApp, parece que no pasa por el análisis comparativo de la foto sino más bien con una recopilación indiscriminada de metadatos de los usuarios luego de haber aceptado las condiciones de uso. 

En un artículo de CBC, la experta en privacidad, Ann Cavoukian, aseguró que en general, la mayoría de las aplicaciones tienen políticas de utilización problemáticas, y el el caso de FaceApp, el potencial para compartir imágenes y muchísima más información con terceros es especialmente preocupante. Según Cavoukian, “la gran mayoría de las aplicaciones son realmente malas desde el punto de vista de la privacidad, pero esta es especial, pues captura la imagen facial, quizás una de las informaciones más sensibles que existen.  Y la imagen facial sumada a un cúmulo importante de metadata asociada a ésta podría ser sensiblemente problemático ya que una vez aceptada la aplicación, la empresa tiene el derecho, aunque asegura que no lo hará, a utilizar el contenido de los usuarios con fines comerciales. 

Los creadores de FaceApp fueron consultados reiteradas veces sobre el funcionamiento del algoritmo y qué pasa con la información recopilada. En una declaración publicada por el sitio de internet TechCrunch el miércoles pasado, los creadores de FaceApp explicaron que la app utiliza y guarda en los servidores solo la imagen que el usuario cargó para ser modificada, para evitar que sea cargada repetidamente; de esta manera se evita la congestión y se aceleran los procesos de edición y transformación. Los creadores de la app aseguran que luego de 48 horas de la fecha de la carga, las imágenes se borran automáticamente. En la declaración FaceApp asegura que no vende ni comparte los datos de los usuarios con terceros aunque se reserva el derecho de compartir parte de esta información pues la app utiliza “herramientas de análisis de terceros para cuestiones de mediciones de tráfico y tendencias de uso. 

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La revista digital The Verge advierte que FaceApp acepta solicitudes de los usuarios para eliminar sus datos de los servidores desde los “settings” de la aplicación, reportando un error y con la palabra “privacy” en el título del mensaje. En todo caso, hasta ahora, no hay ninguna prueba que FaceApp elimine definitivamente los datos luego del pedido del usuario. 

Algunos analistas hacen hincapié que en realidad, todavía no existe una amenaza específica, o una filtración de información o venta a terceros de parte de FaceApp. Según estos, se trata de la desconfianza generalizada hacia las empresas que tienen por norma recopilar datos, o que se trate de una empresa de origen Ruso, que por la histórica enemistad con Estados Unidos una parte de la opinión pública tiende a demonizar. 

En definitiva, quizás la mejor manera de evitar que nuestra información privada se propague por la red de redes es intentar restringir la vida digital, objetivo que resulta utópico en la sociedad actual. Por lo pronto verificar los términos y condiciones de las aplicaciones que utilizan nuestras fotos, y aceptarlos si uno está en realidad de acuerdo, sería un paso interesante para evitar males mayores. 

Fuentes: CBC, TechCrunch, Popular Science, The Verge, TNYT

Categorías: Internacional, Internet, ciencias y tecnologías
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