Una joven mujer que había sido condenada a 30 años de prisión, acusada de aborto, fue absuelta en un segundo juicio a instancias de la Corte Suprema de El Salvador.
Evelyn Hernández, de 21 años de edad, llegó a cumplir 33 meses de la pena que le había impuesto la justicia originalmente.
El primer fallo fue anulado por la Corte en febrero último, cuando los magistrados consideraron que no había pruebas contundentes en contra de la mujer y tras considerar que el juez que dictó la sentencia había obrado con parcialidad, fundamentando su decisión con una serie de prejuicios.
Se trata de una victoria para los defensores de los derechos femeninos en la nación centroamericana, donde las mujeres son aún discriminadas por numerosas normas y el peso de la iglesia católica es evidente tanto en la sociedad como en las propias acciones de gobierno.

Muchos esperan que el caso pueda impulsar un cambio en la situación de la mujer en el país. REUTERS/Jose Cabezas.
Conmovida por el fallo absolutorio, la mujer agradeció a todos quienes la acompañaron en su búsqueda de justicia y también reconoció la intervención de diplomáticos extranjeros, que siguieron el caso con atención.
La joven fue acusada de abortar por dar a luz a un feto muerto tras 32 semanas de gestación. El hecho ocurrió en 2016, como resultado, según denunció la mujer, de una violación de la que fue víctima, por parte de un miembro de una banda criminal.
En la ocasión, la joven dijo que no sabía que estaba embarazada y que en el momento de ir a un baño callejero, al sentirse indispuesta, no se dio cuenta que había parido al feto.
La Fiscalía General no le creyó y la acusó de no haber hecho lo suficiente para preservar la vida del ser que estaba gestando.
En el primer juicio, los magistrados hicieron lugar a la acusación y sentenciaron a Hernández a una pena de 30 años de prisión, por haber cometido aborto, que es considerado delito en ese país.

Aún hay 16 mujeres presas por causas similares en El Salvador. REUTERS/Jose Cabezas.
Tras la decisión de la Corte Suprema de anular el fallo y ordenar un nuevo juicio, el caso atrajo la atención no sólo de los salvadoreños, sino que comenzaron a haber presiones de distintas entidades y personalidades extranjeras para que se absolviera a la joven.
Al igual que ocurre en numerosos países de América Latina y Central, El Salvador se autodefine como una nación católica, con un alto porcentaje de la población declarada seguidora de ese credo y la iglesia participa constantemente en cuestiones que afectan el desenvolvimiento de las instituciones del país, aunque estas no tengan relación alguna con las cuestiones religiosas.
El caso de Hernández es visto como un triunfo para quienes buscan un reconocimiento de los derechos reproductivos de la mujer.
Otras 16 mujeres se encuentran aún detenidas en la nación centroamericana, acusadas de practicar abortos.
En 2014, el ministerio de Salud de El Salvador registró 25.132 partos resultantes de embarazos de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años.
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