La esposa del ex presidente de Honduras Porfirio Lobo fue condenada por la justicia de su país, bajo los cargos de sustracción de fondos públicos.
La mujer fue hallada culpable de apoderarse y usar en su beneficio dinero que estaba originalmente destinado a financiar programas de ayuda para niños en situación de pobreza.
Los magistrados del caso encontraron que Rosa Bonilla desvió cerca de 800.000 dólares de dinero público más donaciones que tenían como destinatarios a los programas sociales, mediante el uso de ese dinero para gastos personales.
También el ex presidente está a la espera de definiciones en una causa en su contra. REUTERS/Jorge Cabrera.
Bonilla se valió de esos recursos para pagar facturas de servicios médicos, el costo del colegio privado para sus hijos y alhajas.
La sentencia, que será dada a conocer la semana próxima, incluye penas que van de los 58 a los 87 años de encarcelamiento.
Lobo fue electo presidente de Honduras a fines de 2009, luego que el mandatario constitucional de esa nación, Manuel Zelaya, fuese desplazado por un golpe de Estado cívico-militar, que contó con el apoyo de Estados Unidos. El mandatario se mantuvo en el poder hasta 2014.
A pesar del respaldo que Washington mostró durante el mandato de Lobo, organizaciones de defensa de los derechos humanos lo responsabilizaron por la desaparición de personas, entre ellas varios periodistas y opositores.
La mujer fue imputada de haber encabezado una organización delictiva, mientras se desempeñaba como primera dama hondureña, mediante la que ella y sus cómplices se apropiaron de 70 cheques, con los que sustrajo donaciones que debían servir para comprar vestimenta y dar brindar cobertura social a niños pobres de su país.
Hasta el actual mandatario está acusado de nexos con el narcotráfico. REUTERS/Jorge Cabrera.
La defensa de la mujer rechazó los cargos y anunció que apelará la sentencia.
El propio ex presidente Lobo fue inculpado del delito de corrupción por los fiscales de un tribunal federal estadounidense, por haber presuntamente utilizado en su campaña electoral dinero entregado por algunos jefes del tráfico de la droga.
Igual sospecha alcanza al actual mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández.
El propio Consejo Nacional Anticorrupción de Honduras acusó a Lobo de haberse apoderado en forma indebida de cerca de 1 millón de dólares pertenecientes al erario público.
Un hermano del ex mandatario debió testificar ante un tribunal de la ciudad de Nueva York, ante la sospecha de haber servido como nexo en las presuntas transacciones entre el entonces presidente y las bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes.
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