Un abdomen prominente puede ser un aviso de problemas de salud crónicos. Foto: iStock.

Plaga de obesidad abdominal en Quebec

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En la provincia canadiense de Quebec, en la actualidad más personas presentan cuadros de obesidad abdominal, a pesar de las advertencias y consejos de médicos y otros expertos.

Un estudio, que acaba de ser dado a conocer por el Instituto Nacional de Salud Pública de la provincia, indica que el sobrepeso producido por acumulación de grasa en la region abdominal se duplicó en los últimos 30 años entre la población adulta.

El documento señala que el desorden constatado entre 1990 y 2013 pasó del 21 al 48 por ciento entre las mujeres y del 14 al 32 por ciento entre los hombres.

El Instituto recuerda que la obesidad es considerada como un problema mayor de salud pública, dado que la misma se encuentra asociada al riesgo de numerosas enfermedades, entre las que se destacan los problemas cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y otras dolencias crónicas.

La obesidad constituye un problema de salud pública prioritario. Foto: iStock.

Mal en progresión

Los resultados del sondeo realizado indican que, en el caso de los hombres entre 18 y 34 años de edad, la prevalencia de obesidad abdominal se ubica en 17,4 por ciento, pero si se toma el segmento entre 35 y 64 años, el índice aumenta al 34,5 por ciento y es más alto aún, con el 60 por ciento, para la población masculina entre 65 y 74 años.

En cuanto a las mujeres, el mal aqueja al 20,8 por ciento, entre los 18 y 34 años, al 55,3 por ciento entre los 35 y 64 años y al 73,3 por ciento entre 65 y 74 años.

Dicho en otras palabras, la obesidad afecta a bastante más que la mitad de las personas que han superado los 65 años de edad y en promedio al 40 por ciento de la población en general.

Un abdomen obeso está asociado a trastornos cardiovasculares y diabetes. Foto: iStock.

Sobrepeso evidente

La medida que alcanza la cintura permite identificar a los individuos con exceso de masa grasa a nivel abdominal.

Para el período señalado, 40,3 por ciento de la población adulta en la provincia, es decir 2 millones 300 mil personas, tenía una medida de cintura que los ubicó dentro de lo que se considera el grupo de riesgo elevado de desarrollar un abanico de enfermedades.

Al respecto, 1 de cada 3 hombres (32,3 por ciento) tenía una medida de cintura igual o superior a 102 centímetros, que es considerada como el valor umbral de la obesidad. En el caso de las mujeres, 1 sobre 2 (48,4 por ciento), había superado ese umbral, que es de 88 centímetros.

La medición de la cintura es una herramienta más precisa que el IMC para prevenir otros males. Foto: iStock.

Información precisa

El Índice de Masa Corporal (IMC) es la herramienta utilizada con mayor frecuencia a la hora de determinar el peso considerado como normal para una persona. Se calcula haciendo una división entre el peso y la altura del paciente.

Este método está siendo menos aplicado actualmente, ya que se utiliza para estimar la cantidad de grasa corporal, pero no diferencia a esta de la grasa muscular, que no es considerada obesidad.

Entonces, tomar en cuenta la medida de la cintura permite afinar las estimaciones, al facilitar la cuantificación de la “obesidad abdominal” que constituiría un factor de riesgo para la salud.

Del mismo modo, la medida excesiva de la cintura está asociada a un mayor riesgo de muerte, independientemente de los datos que indique el IMC.

El Índice de la Masa Corporal está cayendo en desuso. Foto: iStock.

Abdomen y salud

La investigación recuerda que “un estudio reciente ha demostrado que una predisposición genética, respecto de la medida abdominal, está asociada al riesgo de enfermedades cardiovasculares y de la diabetes tipo 2”.

La asociación de esos factores podría explicar el impacto de la grasa a nivel de las vísceras sobre varios factores de riesgo, como la concentración elevada de lípidos sanguíneos, la hipertensión arterial y la resistencia a la insulina.

En el caso de las personas que padecen alguna enfermedad crónica, la obesidad abdominal determinada por la medida predice mejor los riesgos de muerte.

Tal factor podría explicarse por el hecho de que la llamada masa magra, constituida entre otros por los músculos y los huesos, es incluida en la medición del peso corporal.

Los individuos con una masa magra más elevada tendrían una mejor sensibilidad a la insulina y un riesgo de muerte menor, en comparación con las personas que tiene una masa magra baja.

La solución no pasa por elegir ropa cada vez más grande, sino por bajar de peso. Foto: iStock.

Presente y futuro complicados

El Instituto de Salud Pública de Quebec destaca que la investigación es la primera en documentar la evolución de la medida del abdomen de los adultos de la provincia, constatando que la misma se ha duplicado entre 1990 y el presente.

El porcentaje de adultos con una talla de abdomen asociada al riesgo elevado de contraer enfermedades crónicas también ha aumentado considerablemente, constituyendo un llamado de atención para la salud pública.

Los adultos mayores son más propensos a la obesidad abdominal. AP Photo/Mark Lennihan.

Tratamiento y prevención

La cátedra de Investigación sobre la Obesidad de la Universidad de Laval recuerda que una pérdida de peso modesta, entre 5 y 10 por ciento del total, puede contribuir a bajar de manera sustancial y rápida el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

La consulta con un médico especialista y un tratamiento que incluya actividad física, una dieta alimenticia adecuada y, en los casos que así lo requieran, la administración de medicamentos, pueden servir para prevenir esas enfermedades y devolver al paciente la buena salud general, mejorando su calidad de vida.

Fuentes: Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec / Universidad de Laval.

Categorías: Salud, Sociedad
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