Como ya sabemos, el gobierno de Canadá legalizó el consumo de marihuana para fines recreativos el 17 de octubre de 2018. Debido a este importante cambio de política, el Instituto de Estadísticas de Canadá quiso poner al día y mejorar sus estimaciones sobre el consumo de marihuana e idealmente, estimar los eventuales cambios en el consumo que hubieran coincididos con su legalización.
Para lograr su objetivo, Estadísticas Canadá llevó a cabo un proyecto piloto apoyado sobre una nueva ciencia de la epidemiología que estudia las aguas usadas. Este enfoque consiste en medir en las aguas usadas de las cloacas las concentraciones de los metabolitos de marihuana que son producidos y excretados después del consumo de cannabis. Recordemos que un metabolito es una molécula producida durante el metabolismo.
La cantidad de metabolitos de cannabis detectada en las aguas usadas puede servir para comparar el consumo de marihuana con el correr del tiempo y de una región a otra. Con ciertas informaciones suplementarias se puede extrapolar esta medida para estimar la cantidad total de cannabis consumida en todo Canadá, antes y después de la legalización de la marihuana.
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El proyecto piloto de Estadísticas Canadá se hizo en 15 instalaciones de tratamiento de aguas usadas de 5 grandes ciudades canadienses: Vancouver, Edmonton, Toronto, Montreal y Halifax. Engloba a 8.4 millones de personas, lo que representa más del 20% de la población canadiense. Los datos fueron recopilados cada mes desde marzo de 2018 hasta el febrero de 2019. Viviane Yargeau es profesora de Ingeniería química en la Universidad McGill de Montreal y científica asociada en el proyecto. Ella dice que se trata de obtener una información más objetiva y discreta en una muestra mucho más grande de la población.
Porque cuando tomamos los sondeos, siempre es una pequeña porción de la población que es sondeada y se extrapola a toda la población. Entonces el objetivo era de ir a buscar datos de una porción de la población más grande y buscar datos que no tengan una inclinación relacionada a lo que la gente quiera dar como información.
Este método es utilizado desde 2007 en Europa. Aquí en Canadá se utiliza desde 2008 en un contexto de investigación con un muestreo de población más pequeño. Y el desafío era plantear todo esto a escala nacional, todo un año, para obtener datos de varios meses.
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Entonces, desde el punto de vista estadístico se decidió tomar muestras durante una semana por mes en cada uno de las 15 instalaciones y utilizar esta información sobre esa semana del mes para que fuera representativa por todo ese mes para cada una de las 5 ciudades seleccionadas.
La profesora Viviane Yargeau dice que lo que más sobresale de esta investigación es la variabilidad entre los meses. En lo que respecta a una población, los investigadores se esperaban a que el consumo variara de una persona a otra, que en general se llega a un resultado bastante estable en función del tiempo. Pero lo que lo que constataron con el cannabis es que parece haber dos picos de consumo: a mediados de junio y en el mes de diciembre.
Por el mes de diciembre se puede explicar fácilmente. Se ve también con el alcohol cuando observamos el perfil de consumo. Hay mucho más alcohol que se consume durante el período de Navidad que durante el resto del año. Lo que nos sorprendió fue el aumento en los meses de mayo y junio. Una de las hipótesis que emitimos es que después de un largo invierno, entramos en la primavera, la gente sale un poco más, pero nos encontramos en dificultad para explicar ese aumento significativo de consumo en esos dos meses que observamos en los 15 sitios.
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Por otra parte, un dato importante que parece destacarse en el estudio es que el consumo de cannabis es más elevado en Montreal y Halifax que en las ciudades del oeste como Toronto, Edmonton y Vancouver. La profesora Viviane Yargeau explica.
Creo que del lado de Estadísticas Canadá se esperaban a un resultado más uniforme a través de todo el país, porque en general es lo que se observa sobre otros indicadores. Hay siempre algunas variaciones entre las diferentes provincias, pero esta variación fue más importante que lo que se esperaba. Un elemento que hay que tomar en consideración cuando se comparan los distintos lugares es que puede haber cierta degradación en el sistema de recolección de aguas usadas. Nosotros no medimos lo que sale de cada casa, porque perderíamos todo el aspecto anónimo de la investigación.
Los científicos examinan las pruebas que salen de las instalaciones de tratamiento de aguas usadas. Si la instalación es más grande con una retención mayor quizá varíe un poco el resultado de lo que se examine. Ese es el aspecto de incertidumbre que existe en el momento cuando se intenta comparar diferentes datos.
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Se hace, pero hay que hacerlo con precaución porque hay factores que pueden tener cierta incidencia en los análisis científicos. Pero por otra parte, cuando se observa un sitio en función del tiempo, ese sitio tendrá el mismo impacto de su sistema de colección y en consecuencia, en función del tiempo se pueden hacer con más facilidad las comparaciones necesarias para validar los resultados, concluye Viviane Yargeau, profesora en Ingeniería química de la Universidad McGill y científica asociada al proyecto de Estadísticas Canadá.
Patrick Masbourian entrevistó a Viviane Yargeau/Estadísticas Canadá
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