Francine Cyr, de Ottawa, jubilada de Affaires Mondiales Canada, acompañó a Alas de Esperanza en esta misión Perú 2019, y Verónica Flores a la derecha. Foto: Alas de Esperanza

ONG canadiense y joven lideresa peruana unidas por el oro azul

Me veo siempre comprometida con las comunidades y apoyando estos proyectos de agua.  Son valores que me inculcaron desde que soy pequeña. Para mí no es un trabajo, es algo que me nace, no me siento cansada.  Hago lo que me gusta.

-Verónica Flores, líder de la comunidad de Río Seco

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Río Seco, en el distrito de Supe, 200 km al norte de Lima sufrió unas devastadoras inundaciones en marzo de 2017, destruyendo a su paso la aldea y el sistema de agua existentes. La población decidió relocalizar el pueblo en una ladera arenosa cerca de la montaña.

Alas de Esperanza decidió ayudar a esta comunidad. Y es en ese momento que su director André Franche descubre a una joven de Río Seco con cualidades de lideresa.  Y no se equivocó.

Verónica Flores es parte de la comunidad de Río Seco, tesorera del Comité de Agua Potable de Río Seco, y también forma parte del equipo de Alas de Esperanza, una organización canadiense que trabaja en proyectos relacionados con el acceso al agua potable en Perú.

Escuche

Verónica Flores, lideresa de la comunidad de Río Seco y miembro de Alas de Esperanza. Foto: Alas de Esperanza

“Somos una comunidad que se ha trasladado, somos un pueblo joven, la mudanza se debió al fenómeno del niño costero, un desastre natural que nos perjudicó mucho. La población tomó la decisión de empezar de nuevo, en un lugar seguro, en la falda del cerro. En el 2017 no contábamos con el servicio de agua ni el de electrificación.  Esa fue una decisión grande por una necesidad básica,  y la población entendió que era imposible regresar al mismo lugar porque la historia del desastre iba a repetirse».

Así comienza la entrevista Verónica Flores, explicando la dimensión del desastre que sufrió su comunidad en el 2017 y que les obligó a buscar un lugar más seguro donde vivir.

En ese momento fue también el encuentro con Alas de Esperanza. En 2017, la ONG se acercó a examinar la zona después del desastre porque tenían otros proyectos alrededor, y así fue que conocieron Río Seco. Alas aceptó ayudarlos y la comunidad se comprometió a hacer los trabajos necesarios porque la necesidad de agua era urgente.

Para que Alas de Esperanza inicie un proyecto, la comunidad destinataria tiene la obligación de participar activamente en diversas tareas que incluyen la excavación de zanjas, limpieza de la tierra, la plantación de árboles cerca de las fuentes, equipos de transporte, etc. Un comité de gestión y sistema de agua de alimentación es elegido por la comunidad  y debe estar integrado de al menos por  50% de mujeres.

Verónica Flores con mujeres de la comunidad. Foto: Alas de Esperanza

Inauguración del proyecto Río Seco

Y el equipo de Alas, encabezado por su director André Franche, llegó este 17 de agosto 2019 para inaugurar el proyecto.

“He estado bebiendo agua sucia durante 21 años y todavía recuerdo el domingo 21 de enero de 2018 cuando vi por primera vez el agua potable en mi aldea saliendo de una pileta. Fue una emoción tan grande y una felicidad para la comunidad”.

Ese domingo de enero Alas de Esperanza instaló una tubería de agua de 3 km de largo que llevó el agua de un pueblo vecino a la entrada de este nuevo pueblo.

La población tuvo desde ese entonces un punto de agua confiable, pero provisorio.

Desde ese mes de enero a hoy, el proyecto fue concluido.

Niños en la comunidad de Río Seco. Foto: Alas de Esperanza

¡Y al cuarto día brotó el agua potable!

El proyecto fue liderado por Yves Morin, miembro y voluntario de Alas de Esperanza  que se encontraba en Perú y que tomó la iniciativa de instalar una tubería de agua temporal para que la gente de Río Seco tuviera un punto de agua lo antes posible. Lo hizo con la participación de la población.

«Nuestra función junto a la comunidad, niños, mujeres, gente de edad,  era hacer la línea de conducción, es decir cavar unos 2 a 3  km. El ingeniero del proyecto de Alas calculó que lo haríamos en 15 días.  ¡Pero la necesidad era tanta que lo hicimos en 2 días! Esto gracias al esfuerzo de todos. Se hicieron las instalaciones correspondientes. Al tercer día se tapó la línea de conducción, y al cuarto día ya estábamos con agua potable”.

La comunidad de Río Seco. Foto: Alas de Esperanza

Esa felicidad que menciona Verónica, que para muchos en otros países no causa más que indiferencia por la abundancia de ese recurso, toma todo su sentido para los que carecen de ese oro azul.  La joven lideresa de la comunidad de Río Seco lo expresa muy bien.

“Vivir sin agua potable era muy difícil porque el agua que mi comunidad captaba era de una acequia y estaba contaminada. La mayoría tenía pozos que almacenaban el agua pero había que dejarla en reposo para que bajara la suciedad. Ese era nuestro consumo diario, de los pozos”.

La comunidad de Río Seco. Foto: Alas de Esperanza

Hacia un camino diverso y con mucha proyección

Verónica Flores es muy joven pero ya cuenta con una gran experiencia de trabajo local y una formación que le permiten desempeñarse en varias áreas, de alcance nacional y porqué no, internacional. Los próximos pasos que la llevarán más lejos,  ya los está dando.

En abril de este año participó en la V Conferencia Latinoamericana de Saneamiento, Latinosan, en Costa Rica. El Secretariado internacional del agua había organizado  el Parlamento Mundial de los Jóvenes para el Agua.

Verónica dice que ella pertenece a la provincia de Barranca y que ya está junto con Alas haciendo proyectos fuera de la provincia. Incluso se trabaja ya elaborando proyectos en todo Perú.

“Soy responsable de la parte social de los proyectos en distintas comunidades para verificar su acceso al agua, organizarlos para que tengan una Junta administradora de servicios. Colaboro con los trámites y también trabajo con la parte técnica para poco a poco ir viendo cómo se va a gestionar es proyecto. Me gusta porque voy adquiriendo experiencia y porque sé que Alas va a seguir apoyando a otras comunidades como lo ha hecho con la mía”.

Río Seco. Foto: Alas de Esperanza

El compromiso de la joven ante su comunidad y con Alas de Esperanza es innegable.

Alas de Esperanza sabe que ha encontrado una perla rara en Río Seco. Para beneficio de las comunidades con necesidad urgente de agua potable.

Esto y más en la entrevista de RCI con Verónica Flores, líder de la comunidad de Río Seco y miembro de Alas de Esperanza, una ONG canadiense que desde hace unos 50 años apoya y financia en todo el Perú  proyectos relacionados con el acceso al agua potable.

Categorías: Economía, Indígenas, Internacional, Medioambiente y vida animal, Sociedad
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