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¿Qué es la educación sexual anti-opresiva?

Los cursos de educación sexual en las escuelas canadienses han sido desde siempre materia para debate. Aquí en Quebec, fue solo a mediados de diciembre de 2017 que el gobierno de la provincia decretó que el aprendizaje de la educación sexual sería obligatorio para todos los niveles de la escuela primaria y secundaria a partir de la entrada escolar 2018-2019.

El aprendizaje en educación sexual se ofrece durante todo el recorrido escolar de los alumnos a un ritmo de entre 5 y 15 horas durante el año escolar conforme a las recomendaciones de los expertos.  Los cursos son adaptados a la edad y el nivel de desarrollo del alumno.

Los contenidos de esos cursos fueron elaborados particularmente en colaboración con sexólogos y expertos en pedagogía. La educación sexual en el medio escolar es complementaria al papel que deben jugar los padres en lo relacionado a esta materia en sus hogares.

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El proceso de implantación tomó tiempo y comenzó con proyectos pilotos que comenzaron en 2015-2016 y continuaron en 2016-2017 en 19 escuelas en Quebec. Y desde la entrada escolar de 2017-2018, cerca de 200 establecimientos escolares, tanto públicos como privados, decidieron ofrecer el aprendizaje en educación sexual.

Del lado de la provincia de Ontario por ejemplo, el gobierno conservador del primer ministro Doug Ford decidió abolir el programa de educación sexual instaurado en las escuelas desde 2015. Según ellos, algunas enseñanzas no eran apropiadas para la edad de los alumnos. El programa pedía a los maestros que discutieran con sus alumnos sobre temas como la masturbación y el sexo oral.

El gobierno de Ontario decidió que el programa de educación sexual revisado en 1998 era más apropiado para los alumnos.  Lisa Thompson, ministra de Educación de esa provincia, declaró en ese momento que el antiguo programa dejaba ampliamente lugar a discusiones sobre temas actuales.

Cabe añadir aquí, que a pesar de que el programa de educación sexual en las escuelas de la provincia de Quebec sea obligatorio desde 2018-2019, aquí tampoco hay unanimidad.

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En este contexto la socióloga Gabrielle Richard, acaba de publicar un ensayo sobre los cursos de educación sexual que se dan actualmente en las escuelas quebequenses en el que ella hace un alegato en favor de una educación anti-opresiva a la sexualidad. ¿Pero qué es la educación anti-opresiva? Gabrielle Richard explica.

LA EDUCACIÓN ANTI-OPRESIVA

Cuando hablamos de educación anti-opresiva, tenemos que comprender que la sexualidad entre las personas no se hace de una forma aislada. Es decir que se inscribe en el seno de relaciones de poder, que pueden ser de género, racial, de edad, etc. Entonces, cuando nos volvemos activos en el plano de la sexualidad, nos inscribimos de una forma predeterminada en ese tipo de relación. El movimiento Me too recientemente puso sobre el tapete el tema de la importancia del consentimiento por parte de las mujeres y de todos los implicados en una relación sexual.

Y cuando se habla de consentimiento, se está hablando de la necesidad de protegerse de la relación de poder que podría ejercerse en detrimento de una persona en la relación sexual.

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La socióloga Gabrielle Richard dice que cuando se habla de educación a la sexualidad anti-opresiva en las escuelas, la idea es de enseñar a las alumnas y alumnos durante el aprendizaje a la sexualidad a preguntarse constantemente sobre quién tiene “el poder” en una situación particular, quién no lo tiene y quiénes son las personas privilegiadas en esas interacciones.

En el marco de una investigación sobre la homofobia en el medio escolar a principios de 2010, la socióloga dice que conversó con varios jóvenes, entre los que se encontraba una joven de 17 años. Ella le dijo que había comprendido solo en los últimos meses que la palabra “lesbiana” existía y que la designaba.

LA IGNORANCIA DE LOS JÓVENES

La investigación se hizo a principios de 2010. Hace algunos años, pero no hablamos del Quebec de la década de los 60 tampoco. Es sorprendente que en 2010 en ese momento y es el caso todavía en diferentes investigaciones que hago en Francia y en Quebec, que muchos jóvenes afirman que en tanto gay o lesbiana, bisexual, trans, etc no tienen la información para conocerse mejor, entonces como esperarse a que los otros me conozcan y me respeten.

La constatación fundamental que la socióloga hace en su ensayo es que la escuela es hetero-normativa. Es decir que los cursos de educación a la sexualidad y la escuela envían de diferentes formas, mensajes que son muy fuertes sobre el plano del género y de la sexualidad.

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Según ella, la escuela dice globalmente que hay dos formas de “ser” en el mundo: Se es una mujer y se espera a que tenga un cuerpo delgado, imberbe, deseable por los muchachos y los hombres, que tenga cierto comportamiento, que se ocupe de los otros y que en términos de la sexualidad se concretiza en cierta pasividad. Y si es un varón, el mensaje es diferente: el cuerpo tiene que ser musculoso, con vellos, que ocupe su lugar y que sea arriesgado, etc.

El problema con este enfoque es que se les enseña a los alumnos que hay solo dos formas de ser y se es, lo uno o lo otro y no hay forma de ser agentes activos de sus propias vidas. No hay nada que decir porque es de esa forma que sería determinado por el sexo que se tiene al nacimiento. Este es el primer problema.

El segundo problema es la presión hacia la heterosexualidad. La escuela diría constantemente a los alumnos que hay solo una forma válida de ser en nuestra sociedad y es ser heterosexual. Y si no se es heterosexual, al límite se puede aceptar, pero será difícil para la persona durante toda su vida.

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Pero aquí hay que decir que este no es simplemente un problema de la escuela, sino que incumbe finalmente a toda la sociedad. Un problema que sobrepasa la escuela, pero la importancia de la escuela en este contexto es su potencial emancipador.

Y en ese momento, la sociedad podría decidir que para los ciudadanos quebequenses las personas LGBTQ son importantes y hay tenerlas en cuenta, pero ninguna escuela abunda en ese sentido. La socióloga Gabrielle Richard  concluye afirmando que finalmente la escuela no es coherente con la forma como se instauran los programas escolares, incluyendo el  programa de educación a la sexualidad. Recordemos que Gabrielle Richard acaba de publicar el libro Hétéro l’école? Plaidoyer pour une éducation antiopresive à la sexualité (¿Hetero la escuela? Alegato por una educación antiopresiva a la sexualidad).

Patrick Masbourian entrevistó a Gabrielle Richard

RCI/Radio Canada/CBC/education.gouv.qc.ca/journaldemontreal.com/Internet

Categorías: Sociedad
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