Vino y queso franceses, whisky italiano o escocés, salchichas de Alemania y España, son algunos de los productos industriales y agrícolas importados de la Unión Europea a los que Estados Unidos impondrá derechos de aduana como represalia a las subvenciones de los países europeos a la compañía Airbus.
Washington recibió el miércoles la autorización de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para aplicar derechos de aduana sobre el 7,5 mil millones de dólares de importaciones de la Unión Europea en el marco de esta disputa de hace 15 años. Estos nuevos derechos de aduana se aplicarán a partir del 18 de octubre.
El ministro francés de Economía y Finanzas Bruno Le Maire, dijo a los periodistas que su gobierno trató de negociar con Estados Unidos:
Por su parte, Donald Trump se felicitó el jueves por la «gran victoria» obtenida el día en la OMC, que autorizó a la Estados Unidos gravará $7.5 mil millones en importaciones en el marco del litigio sobre las subvenciones
concedido al sector aeronáutico.
En un comunicado de prensa, el secretario general, Coordinación de Agricultores y ganaderos españoles, Miguel Blanco, habló de injusticia para los que dedican su vida al la producción de alimentos en ese país deslindado de la industria aeronáutica francesa.
¿Las tarifas e impuestos realmente protegen las economías?

(Foto: ©iStock/AlexLMX)
Muchos analistas se cuestionan sobre si los aranceles siguen siendo una herramienta política eficaz en estos tiempos.
Winston Mok, un inversionista privado y comentarista del diario South China Morning Post, cree que esta dinámica estadounidense no corresponde con dos cambios importantes en el sistema económico internacional de las últimas dos décadas.
En primer lugar, dice Mok, la producción se ha desglosado y distribuido a través de múltiples ubicaciones en redes globales. Mientras que China puede ser responsable del ensamblaje final, muchos componentes de alto valor son producidos en países desarrollados, incluyendo los Estados Unidos.
En segundo lugar,cree el especialista de la inversión internacional, las empresas, lideradas por multinacionales estadounidenses, se han internacionalizado. Muchos de los coches de General Motors se fabrican en China.
Incluso sin las represalias contra China, los aranceles de EE.UU. tendrán consecuencias adversas para EE.UU. y sus aliados, cree Winston Mok.
RCI/Reuters/South China Morning Post
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