En el corazón de una crisis política y social que sacude el Líbano desde hace dos semanas, el primer ministro sunita, Saad Hariri, renunció el martes en Beirut.
Explicó a las cámaras que ya no le es posible gobernar el país en el clima actual de protesta. El primer ministro dijo que se estaba preparando para ir a la oficina del presidente Michel Aoun para entregar su renuncia y la de su gobierno.
No mentiré, estoy un callejón sin salida. Voy al Palacio de Baabda para presentar la renuncia del gobierno al Presidente de la República.
-Saad Hariri, primer ministro del Líbano
Las protestas comenzaron en contra de los planes -ya cancelados- de cobrar impuestos por las llamadas realizadas en Whatsapp, pero después se tornaron en contra de la corrupción política y la crisis económica.
El mensaje de Hariri se produjo precisamente poco después de que cientos de partidarios de Hezbollah, muchos de ellos blandiendo palos, desmantelaron el principal campamento de protesta contra el gobierno en la capital de Líbano, prendiendo fuego a las tiendas de campaña, destrozando sillas de plástico y persiguiendo a los manifestantes.
Dos semanas de protestas

Grandes multitudes se reunieron en las calles del país durante casi dos semanas.
FOTO: REUTERS / MOHAMED AZAKIR
Musulmán sunita, Saad Hariri, de 49 años, finalmente fue arrastrado por la ola de protesta popular sin precedentes que barrió al país denunciando la corrupción de la élite.
Desalentados por la corrupción y la mala gestión de las finanzas públicas que socavan sus condiciones de vida, los libaneses acusan a sus líderes de haber causado la peor crisis económica desde la guerra civil que arrasó el país de 1975 a 1990.
Aunque Saad Hariri intentó apaciguar la ira de las masas al anunciar la implementación de una serie de reformas económicas que su gobierno había rechazado durante mucho tiempo, las manifestaciones se intensificaron en el Líbano.

Los manifestantes en Sidón, Líbano, celebran después de que Hariri anuncia su renuncia. (Ali Hashisho / Reuters)
La renuncia del primer ministro se produce después de casi dos semanas de protestas ininterrumpidas contra el establecimiento político, la corrupción y la desigualdad económica que afecta al país. Según el Banco Mundial, una cuarta parte de los libaneses vive en la pobreza.
El primer ministro pidió a todos los libaneses proteger la paz civil y evitar un mayor deterioro económico.
El nivel de deuda de Líbano es uno de los más altos del mundo.
Radio Canadá- BBC- France24
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