La policía británica busca aún a dos hermanos sospechados de homicidio involuntario, tras la muerte de 39 personas encerradas en un camión frigorífico, en un caso que sacudió a la opinión pública local e internacional.
La fuerza lanzó un llamado para que los dos hombres se presenten a declarar, y así poder destrabar la investigación sobre lo sucedido.
Ronan Hughes, de 40 años, y su hermano Christopher, de 34, son buscados desde el martes último, debido a que las autoridades tienen indicios firmes de que ambos estuvieron involucrados en un caso de tráfico de personas que terminó en tragedia.

El primer ministro Boris Johnson homenajeó a las víctimas. Stefan Rousseau/Pool via REUTERS.
La policía confirmó que ya mantuvo contacto telefónico con uno de los sujetos, pero un vocero de la institución sostuvo que los investigadores quieren entrevistar a ambos en persona.
Los cuerpos de 39 migrantes fueron descubiertos en la noche del 22 al 23 de octubre, en un camión frigorífico estacionado en una zona industrial del condado de Essex, aproximadamente a 30 kilómetros al este de Londres.
Hasta el momento, las autoridades no brindaron ninguna información oficial sobre la causa del deceso de esas personas, pero algunas versiones indican que las mismas murieron asfixiadas, al quedar sin oxígeno en la caja del rodado.
El contenedor en cuestión transportaba a 31 hombres y 8 mujeres y había arribado por transbordador al puerto de Purfleet, proveniente de Bélgica.
Las víctimas todavía no fueron identificadas, ya que los responsables esperan los resultados de las pruebas de ADN, aunque se presume que al menos una parte del contingente provenía de regiones pobres de Vietnam.
Por su parte, el conductor del camión, un joven de 25 años originario de Irlanda del Norte, fue arrestado y se encuentra bajo custodia, a la espera de una audiencia judicial prevista para el 25 de noviembre.

Vecinos depositaron flores en proximidades del lugar del hallazgo. REUTERS/Simon Dawson.
Otras cuatro personas fueron detenidas en Dublín, la capital de la República de Irlanda y en distintos sitios de Gran Bretaña, pero todas fueron liberadas bajo caución.
“Hablar con Ronan y Christopher es crucial para nuestra investigación”, sostuvo el inspector en jefe de la policía de Essex.
El macabro hallazgo provocó conmoción en la opinión pública local, al tiempo que relanzó el debate en torno a los controles y normas vigentes en territorio británico para combatir el tráfico de personas, en momentos en que varios países europeos son afectados por una crisis migratoria sin precedentes.
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