Investigadores de la Universidad McGill proyectan que a medida que el permafrost continúe degradándose, el clima en varias regiones del Ártico podría cambiar abruptamente, en un futuro relativamente cercano. La investigación también sugiere que a medida que el permafrost se deshiela, la severidad de los incendios forestales se duplicará de un año a otro y se mantendrá más alta en los Territorios del Noroeste y el Yukón.

El nuevo estudio dice que el deshielo del permafrost podría conducir a un cambio climático abrupto en el norte de Canadá. (Melissa Ward Jones / Universidad McGill)
¿Qué significa una amenaza climática abrupta?
-Bernardo Teufel, uno de los autores del estudio de la Universidad McGill.

El deshielo de permafrost está alterando el paisaje del Ártico en la isla Banks. Los deslizamientos de tierra causados por el deshielo del permafrost en una isla ártica canadiense han aumentado más de 60 veces desde 1984, según un nuevo estudio, y podrían triplicarse nuevamente para fines de siglo. (Cortesía Antoni Lewkowicz)
El permafrost es una capa de subsuelo de la corteza terrestre que se encuentra congelada de manera permanente aunque no se encuentra continuamente cubierta de hielo o nieve. El permafrost se halla únicamente en las regiones muy frías o periglaciares. Está perdiendo su estructura y eso es considerado algo grave pues si el suelo es el que da soporte a todo lo que se encuentra encima y a la vida, su pérdida implica el fin todo lo que haya sobre él.
Es decir, afecta tanto a construcciones elaboradas por el hombre como a los propios bosques y su ecosistema. El estudio de la Universidad McGill, dice que el deshielo del permafrost en la región probablemente provocará un cambio climático «abrupto» que ocurrirá con «poca o ninguna advertencia».
Para Teufel el clima es diferente cada año y basta con un año particularmente cálido para que el deshielo del permafrost llegue a un nivel crítico que permita que el agua fluya y que la superficie se seque.
Incendios forestales y lluvias torrenciales
Teufel explica que el permafrost actúa como una barrera para el movimiento del agua, por lo que al descongelarse, el agua puede moverse más profundamente en el suelo dejando la superficie seca. Esto significa que hay más material combustible disponible, un ingrediente clave en los incendios forestales, así como mayores riesgos de inundación durante el deshielo.
El estudio encontró que el Norte probablemente experimentará aumentos abruptos de fuertes lluvias, cambios rápidos podrían conducir a «situaciones catastróficas» para las carreteras, edificios, tuberías e infraestructura minera que fueron diseñadas para las condiciones climáticas actuales.
La investigación
Los investigadores de la Universidad McGill utilizaron cinco modelos climáticos de alta resolución para observar los cambios probables en la humedad del suelo, la temperatura, las precipitaciones y los incendios forestales desde 1970 con proyección hasta 2100.
Teufel explica que se dieron cuenta de esos cambios abruptos que estudios anteriores habían sugerido que podrían ocurrir pero que no habían dado ningún detalle ni habían mostrado que podían afectar al clima también. Y que pensaban que iban a ocurrir solo en el permafrost.
Teufel dice que algunas comunidades ya están comenzando a notar cambios y que otras los verán en las próximas décadas.
«Una de las principales conclusiones es no mantener esta idea de que el cambio climático va a ser lento o que el cambio climático no será un problema hasta el final del siglo».

El sol de medianoche brilla sobre el hielo marino a lo largo del Pasaje del Noroeste en el Ártico canadiense el 22 de julio de 2017. (David Goldman / The Associated Press)
Sin embargo, el estudio señala que estos impactos podrían reducirse al limitar el calentamiento global que conduce al deshielo del permafrost.
Los investigadores continúan su trabajo con simulaciones climáticas para comprender mejor los efectos del cambio climático en el permafrost y la infraestructura del Ártico.
Esperan que esto también proporcione una mejor comprensión de los diversos procesos de retroalimentación del cambio climático en el Ártico para otras personas que trabajan en ese campo y para las partes interesadas e ingenieros en el Norte.
La investigación se publicó recientemente en Nature Climate Change.
EscucheEsto y más en la entrevista de Leonora Chapman con Bernardo Teufel investigador de la Universidad McGill.
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