La Corte Penal Internacional (CPI) dio el visto bueno para una investigación sobre presuntos delitos contra la minoría musulmana rohingya en Birmania.
Los jueces de la Corte, responsables de juzgar las atrocidades que ocurren en el mundo, le han otorgado a la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, la autorización de llevar a cabo una investigación exhaustiva de los actos de violencia y la supuesta deportación de esta minoría musulmana que podría constituir un crimen de lesa humanidad.
Desde finales de agosto 2017, unos 740.000 musulmanes Rohingyas huyeron de Birmania, mayoritariamente budista, perseguidos por las fuerzas armadas birmanas y las milicias budistas. Esta represión fue calificada por la ONU de “limpieza étnica”, una acusación que fue rechazada por las autoridades birmanas.
Perseguidos por las fuerzas armadas birmanas y las milicias budistas, se refugiaron en enormes campamentos improvisados en Bangladesh.
El lunes, Gambia, bajo el mandato de los 57 estados miembros de la Organización de Cooperación Islámica, presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Birmania por sus «actos de genocidio» contra el país. Minoría musulmana de los rohingyas.
Aunque Birmania no forma parte del tratado que creó la CPI, el tribunal se declaró competente para investigar la presunta deportación forzada hacia Bangladés, que sí firmó el tratado.
AFP
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