La distribución de bolsas con publicidad y circulares de mercados y otros comercios genera desde hace tiempo un debate en la sociedad.
Un informe producido por una comisión legislativa propuso que ese material sea entregado en Montreal sólo a las personas que lo solicitan y no distribuido sistemáticamente en toda la isla.
En los últimos meses ha recobrado vigor una discusión en torno a los efectos ambientales de dicha bolsa con publicaciones en papel.

En algunos casos las circulares se apilan en los buzones. Foto: iStock.
En varios sitios ha habido pedidos para que las bolsas sean producidas en material reciclable, pero las críticas también se centraron en la gran cantidad de papel que se reparte y arroja a la basura cada semana, cuando los usuarios descartan las circulares viejas.
La comisión sostuvo que los costos ambientales de tal producto son demasiado elevados.
La actual administración municipal ha expresado su intención de asumir un liderazgo en la preservación del medioambiente y en la lucha contra el cambio climático, por lo que los autores del texto sugirieron que las autoridades deberían imponer el criterio de que esos sacos publicitarios sean entregados sólo a las personas que manifiesten expresamente su interés en recibirlo.
Las circulares, conocidas popularmente como Publisac, son bolsas que contienen ofertas, promociones y listados de precios de una gama variada de comercios, son utilizadas por los usuarios para aprovechar los precios ventajosos ofrecidos para una serie de productos.

Un adhesivo pide no dejar publicidad. Foto: iStock.
Esa bolsa es distribuida a domicilio de manera sistemática en gran cantidad de municipios de la provincia de Quebec. En algunos casos, los particulares colocan advertencias solicitando que no se les entregue en producto, pero en muchas situaciones los sacos terminan en la basura sin que las personas consulten el contenido.
Entre los defensores del Publisac se encuentran quienes sostienen que las circulares sirven para que las personas puedan ahorrar dinero en sus compras, al poder adquirir sus productos en tiendas que ofrecen semanalmente rebajas en los valores con respecto a sus competidores.
Por otra parte, la distribución de esos sacos sirve para asegurar un ingreso a personas retiradas, inmigrantes y estudiantes que no tienen un empleo fijo o que buscan complementar los salarios que obtienen a partir de su ocupación principal.
Si Montreal adopta las recomendaciones elaboradas por la comisión parlamentaria, el correo canadiense, que también distribuye circulares, no estará obligado a respetar el nuevo reglamento.
Con información de The Canadian Press.
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