La provincia de Ontario, al igual que otras en Canadá, enfrentan una carencia de mano de obra en diversos sectores y actividades esenciales para su economía.
La relativamente escasa población y la magnitud de la actividad económica nacional contribuyen a que, frecuentemente, diversas provincias o áreas de actividad deban abocarse a revisar sus estrategias en cuanto a la contratación de mano de obra y, en tal sentido, la inmigración se convierte en una variable insoslayable.
Al respecto, la provincia de Ontario acaba de solicitar al gobierno federal la ampliación de la cuota de inmigrantes económicos, una de las categorías de inmigración existentes en el país, para poder dar respuesta a la falta de trabajadores calificados en algunas áreas.
El pedido fue hecho mediante una carta que el ministro provincial de Desarrollo Económico, Vic Fedeli, envió al titular de la cartera federal de Inmigración, Marco Mendicino.
En la misiva, Fedeli pide llevar de las actuales 7.000 a 13.300 las plazas para inmigrantes aceptados bajo el Programa Ontariense de Candidatos a la Inmigración.
Cuadro de situación
Según el ministerio de Finanzas de Ontario, la inmigración a la provincia en el segundo trimestre de 2019 totalizó 43.527 personas, en comparación con 37.776 del año anterior.
La provincia recibió al 46,2 por ciento de toda la inmigración del país en dicho período, lo que también marca una progresión ascendente con respecto a 2018, cuando las cifras fueron medidas en 43,1 por ciento.
En 12 meses, Ontario recibió a 139.071 inmigrantes.
Reclamo y problemas de larga data
Ya en 2012, el Conference Board of Canada (CBC) sostuvo la necesidad de que la provincia encarase un proceso de reestructuración de varios sectores de su economía, principalmente en manufacturas y la producción automotor.
En un artículo firmado por Glen Hodgson, vicepresidente y economista de la entidad, el organismo sostenía que Ontario requería una “acción concertada para mejorar la fuerza de trabajo calificada… en apoyo a la productividad y la producción… Las políticas migratorias que identifican, atraen e integran grandes cantidades de nuevos canadienses a la fuerza laboral provincial serán elementos críticos en una estrategia renovada de crecimiento”.
Cifras del Conference Board indican que mientras la provincia recibe el mayor número de recién llegados al país, la proporción de inmigrantes económicos ha fluctuado en los últimos 19 años, con una tendencia a la baja.
En 2001 se registró un pico de poco menos de 100.000 arribos considerados en inmigración económica, que se redujeron a 80.000 en 2005, 70.000 en 2010 y por debajo de 60.000 en 2017, tratándose en todos los casos de cifras redondeadas.
Esos números adquieren un significado especial si se considera que la fuerza laboral Ontariense se encuentra en un franco proceso de envejecimiento que parece haberse acelerado a partir de 2015.
En declaraciones al sitio en inglés de CBC en agosto último, el economista Pedro Antunes afirmó que “sin la inmigración, en realidad veríamos un estancamiento del número total de trabajadores en Canadá”.
Promesas de mejora
Un vocero del ministerio federal de Inmigración sostuvo que el gobierno se comprometió a incrementar el número de plazas disponibles en las provincias en cerca de 27.000, dando a cada distrito la autonomía necesaria para seleccionar a los trabajadores inmigrantes que respondan mejor a las necesidades de cada mercado en particular.
El programa y sus beneficios
El Programa Ontariense de Candidatos a la Inmigración permite a los trabajadores, estudiantes y otras personas extranjeras que posean las competencias, experiencia y formación requeridas, presentar una demanda de residencia.
En la categoría de ofertas de empleo, el postulante debe contar con una oferta laboral ya sea como trabajador extranjero, estudiante extranjero o por competencias requeridas.
En el segmento de candidatos extranjeros titulares de un diploma se incluye a aquellos que cuentan con un pergamino tanto en nivel de maestría como de doctorado.
Referido a la categoría de entrada rápida, la iniciativa contempla a los trabajadores calificados de habla francesa, la selección prioritaria basada en el capital humano y el segmento de oficios especializados.
Un último capítulo está dedicado a los inmigrantes emprendedores e inversores.
Fuentes: Ministerio de Finanzas de Ontario / The Conference Board of Canada / The Canadian Press / CBC.
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