Más de mil Quebequenses se marchan de las salas de emergencia sin haber sido examinado por un médico cada día, revela un reporte del Instituto económico de Montreal (IEDM).
20% de estos pacientes, dice el reporte, eran considerados como casos «urgentes» o «muy urgentes» por la estación de clasificación, lo que significa que su problema representaba un riesgo potencial para la vida.
En ciertos casos, los pacientes presentaban fuertes dolores en el pecho, dificultades respiratorias, infecciones o fracturas.
« Lo que notamos es que hay aproximadamente entre 370.000 y 380.000 (pacientes) cada año, que después de pasar a la estación de clasificación, se van y renuncian a ser atendidos. », resume el autor del reporte, Patrick Déry.
Una cifra que representa más o menos 10% de las 3.7 millones de visitas a las salas de emergencia de la provincia.
Las salas de emergencias son un índice sobre el estado general del sistema de la salud.
– Patrick Déry.
La última temporada de Fiestas fue particularmente difícil en las salas de emergencia quebequenses donde se reportaron tasas de ocupación de más de 150%.
Varios pacientes van a las salas de emergencia porque no tienen un médico de familia. Esto sería el caso de un Quebequense sobre 5, una proporción que aumentaría a uno sobre tres en la gran región de Montreal.
Según el reporte del IEDM, «más de la mitad de los Quebequenses (55%) que van a las salas de emergencias son clasificados como prioridad de nivel 4 o 5, lo que corresponde generalmente a un problema que puede ser atendido en una clínica».
Pistas de solución
«Llevamos decenios tratando de arreglar esta situación, pero no podemos porque siempre utilizamos las mismas soluciones que no funcionan, deplora Patrick Déry. La manera canadiense y quebequense de administrar el sistema de salud es de poner ciertas barreras u obstáculos y de hacer un racionamiento de la asistencia sanitaria.»
Patrick Déry propone, más bien, aumentar el ámbito de práctica de las enfermeras y de los farmacéuticos para evitar el cuello de botella que lleva inexorablemente los pacientes hacia el médico.
Según el autor del reporte, varios casos podrían ser atendidos por otros profesionales de la salud que un médico, lo que podría cambiar las cosas rápidamente.
«Hemos logrado avances, pero cuando miramos lo que hacen las enfermera practicantes o los farmacéuticos en otras partes de Canadá, en los Estados-Unidos o en otros países comparables como el Reino Unido, sus ámbitos de práctica son más limitados en Quebec. Cuando las enfermeras van al norte de la provincia (para trabajar con las poblaciones indígenas) pueden hacer muchas más cosas que las que hacen aquí», insiste el autor.
Esta medida iría de la mano con una reforma del modo de remuneración de los médicos, para evitar que un acto delegado por un médico no sea automáticamente sinónimo de perdida de ingreso para él.
El IEDM sugiere la abolición de las cuotas administrativas en las facultades de medicina de la provincia: todos los que quieran ser médicos y que tienen la capacidad deberían tener la oportunidad de serlo.
«Presentemente, limitamos más allá de la capacidad académica o de la capacidad profesional y más que en otras partes del mundo. Por ejemplo, en Francia, Alemania o Austria, hay entre 30% y 50% más médicos que en Quebec y no es porque los Quebequenses sean menos inteligentes», ilustra Patrick Déry.
Él añade que Quebec podría inspirarse de lo que se hace en países europeos donde ciertos hospitales son administrados por el Estado, otros por organismos sin ánimo de lucro y ciertos por empresas privadas sin ánimo de lucro, y esto mientras siguen siendo accesibles para todos.
Con informaciones de la Presse canadienne.
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