En un día típico, los padres deciden qué y cuánto comen sus hijos, la cantidad de tiempo que pasan en línea, los programas de televisión que ven y la hora en que se van a dormir. Estas decisiones afectan las conductas de los niños a corto y largo plazo. En el caso de la alimentación, decidir lo que sus hijos comen afecta la manera en que comerán toda su vida, pero también los hábitos alimenticios de los padres mismos. Y ¡éso es lo sorprendente!
Un nuevo estudio canadiense publicado en la revista Appetite, demostró que los padres y otros cuidadores adultos, como las niñeras, tienden a elegir mejores alimentos para ellos mismos cuando aceptan los pedidos de un niño de una colación particular, que sea saludable o no.
En una entrevista con el diario de la Universidad de Alberta, el investigador principal Utku Akkoc, dijo que se trata de un «hallazgo sorprendente» que muestra los impactos psicológicos de la toma de decisiones.

(Foto: ©iStock/lechatnoir)
El profesor de la Escuela de Negocios de Alberta y experto en comportamiento del consumidor que realizó el estudio para su doctorado junto con el coautor y profesor de negocios de la Universidad de Arizona, Robert Fisher, midieron cuán poderosos se sentían los padres y tutores y qué alimentos consumían después de tomar decisiones en varios escenarios, como cuando empacaban un bocadillo que el niño había pedido en un almuerzo escolar.
Obviamente, los padres y otros adultos no pueden evitar tomar decisiones que no sean lo que los niños prefieren.
La razón probablemente radica en cómo se sienten los padres y cuidadores con respecto a su decisión, señaló Akkoc.

(Foto: ©iStock/EvgeniiAnd)
Por el contrario, los adultos que imponen sus propias opciones implican «un ejercicio activo de persuasión para tratar de que el niño coma esa saludable ensalada de frutas, no un pedazo de pastel de chocolate».
La investigación concluye que después de imponer algo a los niños los padres se sienten poderosos, porque tienen éxito, y se sienten con derecho para recompensarse con golosinas. El investigador principal anotó que lo mismo sucede para los que cuidan a los niños cuando imponen con éxito opciones de alimentos saludables o poco saludables a los niños a su cargo.
RCI con informaciones de la revista Folio / revista Appetite, Volume 143 / Universidad de Alberta.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.