La Corte Superior de Quebec le acordó al gobierno federal 4 meses suplementarios para modificar las leyes referidas a la denominada “muerte asistida”.
La administración central había pedido la prórroga, con el objetivo de introducir modificaciones en la iniciativa e intentar conseguir la aprobación del proyecto por parte del Parlamento.
Las gestiones se produjeron luego que una jueza dictó un fallo invalidando algunas partes de la legislación federal, a la que además declaró inconstitucional.
Para la jueza, las limitaciones en las normas son inconstitucionales. Foto: iStock.
La magistrada adoptó la misma postura en relación con la ley aprobada por la provincia de Quebec, respecto a los cuidados brindados a las personas que se encuentran próximas a morir.
Al respecto, la jueza Christine Baudouin consideró se pronunció en contra de las disposiciones de la norma provincial que establecen que la ayuda a morir sólo puede ser solicitada por personas que se encuentren en la última etapa de enfermedades graves e irreversibles, con inminencia de muerte.
Según el fallo, el recurso a contar con la asistencia de un profesional de la salud para provocar la propia muerte debía incluir a un número mayor de casos.
La jueza decidió, de todos modos, suspender durante seis meses la declaración de invalidez de las normas, para otorgar a las administraciones federal y quebequense el tiempo suficiente para modificar sus leyes.
La aplicación de las normas generó entredichos y dudas. Foto: iStock.
El período otorgado por la jueza expira el 11 de marzo próximo, aunque con la extensión acordada, ambos gobiernos contarán con un tiempo suplementario que llegará a su fin el 11 de julio.
Según la norma canadiense, conocida como Ley C-14, una persona puede ser elegible para recibir la ayuda médica con el objetivo de poner fin a su vida si: es mayor de 18 años, padece una enfermedad irremediable, experimenta un sufrimiento insoportable y ha expresado voluntariamente su consentimiento para poner fin a sus días.
En el caso de Quebec, además de los requisitos señalados por la ley federal, la persona que desee la ayuda médica para morir debe: encontrarse en la etapa final de su vida y presentar un declive avanzado e irreversible de sus capacidades.
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