Desde hace más de 20 años, Lorne Grabher, un ciudadano canadiense de la provincia de Nueva Escocia, en la costa atlántica canadiense, personaliza con su apellido las placas de inmatriculación de los diferentes automóviles que ha tenido.
Cada una de las provincias y territorios de Canadá tienen su propia placa de inmatriculación de automóviles. Todas las placas en este país tienen el nombre de la provincia o territorio, una serie de cifras y letras y un diseño propio. El gobierno de Canadá por su parte, tiene también placas de inmatriculación propias para los vehículos federales como los de las Fuerzas Armadas Canadienses por ejemplo.
En Quebec, desde el 27 de julio de 2018 es posible personalizar las placas de los vehículos de particulares, siempre y cuando paguen el precio por ese servicio y respeten un cierto número de reglas. Las personas que lo quieran hacer deberán pagar la suma de $250 dólares y de $34.50 al renovar anualmente su placa. Otras provincias tenían acceso ya a las placas personalizadas antes que Quebec.

Debra Soh habla con la prensa el 24 de abril 2019. La periodista científica y ex investigadora académica declaró a la Corte Suprema de Nueva Escocia que la palabra no tendría ningún impacto en una persona promedio y socialmente adaptada. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Michael MacDonald)
Para estar conforme a los criterios, un número de placa personalizada deberá estar compuesta de letras mayúsculas del alfabeto latino, de cifras árabes o de una composición de las dos.
Además el número no debe comportar un mensaje o expresión, incluida la lectura al revés que:
- Deje creer falsamente que la propiedad del vehículo es una autoridad pública o que está relacionado;
- Que exprese despreocupación con respecto a la seguridad en la carretera;
- Que exprese una idea obscena o escandalosa;
- Que promueva la perpetración de un infracción criminal;
- Que la ley reserva a otros o que prohíbe su uso
Pues justamente este lunes, un hombre de Nueva Escocia, provincia de la costa atlántica canadiense, piensa apelar un fallo de la Corte Suprema de la provincia que confirma la decisión de revocar su placa de inmatriculación personalizada con su apellido “GRABHER”, de origen austro-alemán, que podríamos intentar traducir al español como: “Manoséala” o “Cógela”.

(Foto: Yvonne Colbert/CBC)
Lorne Grabher afirma que la provincia viola su derecho a la libertad de expresión, pero la Corte Suprema de la provincia concluyó el mes de enero pasado que ese derecho constitucional no se aplica a las placas de los automóviles.
La placa de Lorne Grabher fue revocada en 2016 por la Oficina de Vehículos Automóviles después de haber recibido una queja de una ciudadana que afirmaba que esa placa alentaba el odio contra las mujeres. La jueza Darlene Jamieson concluyó en enero pasado que las placas de inmatriculación no son “espacios públicos” que permiten la libre expresión.
Según el Centro de Justicia por las Libertades Constitucionales, un organismo de Cálgary que apoya a Grabher, no existe ninguna prueba que alguien haya cometido una agresión sexual porque vio una placa de inmatriculación.
RCI/La Presse Canadienne/nationalpost.com/ontario.ca/Internet
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