El Primer Ministro Justin Trudeau se dirige a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el 21 de septiembre de 2017. (Mary Altaffer/Associated Press)

COVID-19: Canadá acelera campaña por un asiento en el Consejo de Seguridad

Fue una promesa de campaña del Primer ministro Justin Trudeau, en 2015. Con los liberales, Canadá regresaría a las instancias internacionales, allí donde se toman las decisiones que afectan al planeta en términos de paz y seguridad internacionales.

Se refería a obtener nuevamente un asiento entre los 10 miembros rotativos y no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, para el 2021.

Tiene dos rivales de peso: Países Bajos e Irlanda, países que contribuyen con más presupuesto al desarrollo internacional de países pobres y a las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU.

Pero el Ministro de Relaciones Exteriores François-Philippe Champagne dice que la campaña de Canadá para combatir el coronavirus y la ayuda de 50 millones que otorgó a los países pobres podrían jugar un papel en la obtención de ese codiciado asiento.

El Ministro de Asuntos Exteriores François-Philippe Champagne se muestra optimista sobre la candidatura de Canadá para un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. LA PRENSA CANADIENSE/Sean Kilpatrick

Champagne dijo que la respuesta de Canadá al brote de COVID-19, que incluye también un paquete de ayuda exterior de 50 millones de dólares acrecienta la imagen del país y por ende su posibilidad de lograrlo.

La semana pasada el ministro Champagne participó en una tele conferencia con sus colegas del G7.

Los líderes del G7 emitieron un comunicado la semana pasada indicando que se comprometen a trabajar juntos en la batalla global contra la pandemia de COVID-19. Las naciones, que representan a siete de las principales economías del mundo, pidieron también a otros países que hagan lo mismo. (Christian Hartmann/Reuters)

Actualmente Canadá está muy activo organizando llamadas con los líderes del G7. 

“Canadá tiene una voz muy necesaria en el mundo donde necesitamos cooperar, coordinar y trabajar juntos. Canadá aporta algo único a la mesa”.- Ministro de Relaciones Exteriores François-Philippe Champagne

Stephen Lewis, embajador de Canadá ante las Naciones Unidas en los años 80, dice también que la respuesta de Canadá a COVID-19 podría allanar el camino a los problemas de mantenimiento de la paz y de ayuda exterior del país. (Codie McLachlan/La Prensa Canadiense)

Aunque también hay quienes señalan que la promesa de los 50 millones de dólares de Canadá no será suficiente y que los países africanos pedirán más.

No hay que olvidar que de los 190 países de la Asamblea General de las Naciones Unidas 54 son del continente africano, entonces el voto de ese bloque será determinante para Canadá.

Alrededor del 40% del presupuesto de ayuda internacional del Canadá se destina a África. 

Un trabajador de la salud, a la izquierda, inyecta a un hombre con una vacuna contra el Ébola en Conakry, Guinea, el 7 de marzo de 2015. Canadá donó 800 dosis de su vacuna experimental, un suministro que existía porque los científicos canadienses del Laboratorio Nacional de Microbiología de Winnipeg organizaron la fabricación de la vacuna, algo que normalmente hace una empresa farmacéutica privada. (Youssouf Bah/The Associated Press)

Preocupa silencio del Consejo de Seguridad sobre COVID-19

El Consejo Mundial para los Refugiados es un cuerpo constituido por dos docenas de figuras políticas mundiales, académicos y representantes de la sociedad civil liderados por el ex ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Lloyd Axworthy, quien sirvió por última vez en el consejo hace dos décadas.

El consejo fue creado en 2017 por un centro de estudios canadiense, el Centro para la Innovación de la Gobernanza Internacional, con un objetivo bien definido:  encontrar nuevas formas de lidiar con la crisis migratoria del siglo XXI y los 68.5 millones de personas desplazadas y expulsadas de sus hogares por la guerra, el hambre y desastre.

El organismo, cuya sede se encuentra en la provincia de Ontario, y del cual participan también los ex-embajadores ante la ONU Allan Rock y Paul Heinbecker, señaló su preocupación respecto a que el Consejo de Seguridad no está funcionando como debería.  

«El silencio del Consejo de Seguridad es un síntoma preocupante de la profunda disfunción que ha acosado a su cuerpo de 15 miembros en los últimos años».

En este sentido, el Consejo Mundial para los Refugiado estima que Canadá “debería comprometerse durante su campaña por el asiento a devolverle la vida al Consejo de Seguridad para que haga frente a sus responsabilidades».

RCI con información de CBC-La presse canadienne-Consejo Mundial para los Refugiados

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