Los investigadores están encontrando cada vez más pruebas de que los portadores asintomáticos del COVID-19 son responsables de la rápida propagación del virus en todo el mundo. Estas evidencias contradicen lo que funcionarios canadienses señalaban hasta hace unas semanas.
La directora de Salud Pública de Canadá, la doctora Theresa Tam, declaró a fines de enero ante el Comité de salud en el Parlamento canadiense que, según datos sobre casos previos de coronavirus, la transmisión asintomática era más bien un «evento raro». De hecho, dijo Tam, las epidemias no son impulsadas por ese tipo de transmisión.
Pocos días después, la ministra de Salud de Canadá, Patty Hajdu, repitió las declaraciones de Tam en una entrevista concedida a la radio pública canadiense CBC, afirmando que «la mejor evidencia que tenemos es que el virus no es contagioso cuando la gente no tiene síntomas.»
Sin embargo, un creciente número de investigaciones indica que ambas autoridades estaban equivocadas. De hecho, la gente no tiene que parecer enferma para infectar a otros.
Jeffrey Shaman, profesor de salud ambiental en la Universidad Columbia en Nueva York, dijo que existen muchas pruebas de que la propagación asintomática está ocurriendo y que es frustrante que la gente niegue la existencia de esta forma de contagio del Covid-19.
Hace dos meses, responsables del gobierno canadiense, como Tam y Hajdu deberían haber considerado la posibilidad de una transmisión asintomática, dijeron Shaman y otros investigadores, tomando en cuenta que ya ese momento había una cantidad de investigaciones por parte de científicos para comprender cómo el virus se estaba propagando tan lejos y tan rápidamente. Muchos de esos investigadores sospechaban ya la posibilidad de una transmisión asintomática.

La ministra de Salud de Canadá, Patty Hajdu junto a la directora de Salud Pública del país, Theresa Tam, durante una conferencia de prensa en Ottawa, el jueves 2 de abril de 2020. (Canadian Press /Adrian Wyld)
Aunque los resultados de gran parte de esas investigaciones son nuevos, y que algunos aún no han sido revisados por otros científicos, los datos apuntar en dirección de la transmisión asintomática.
Shaman, profesor en la Universidad Columbia en Nueva York, es el coautor de un estudio que busca averiguar qué proporción de personas con COVID-19 son asintomáticas y cuán infecciosas son.
Además de los estudios científicos, existe una serie de datos recogidos en el terreno que muestran la magnitud de esta forma de contagio del Covid-19. Por ejemplo, en la localidad italiana de Vò, en la provincia de Padua, donde Italia registró su primera muerte, los 3.300 habitantes fueron sometidos a un examen de detección del Covid-19. La mayoría del 3% que dio positivo no tenía síntomas.
En Islandia, los exámenes de detección efectuados a gran escala mostraron que cerca de la mitad de los que dieron positivo tampoco presentaban síntomas.
Otro estudio llevado a cabo por Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, que examinó los datos de los pasajeros del crucero Diamond Princess que permanecieron en cuarentena por dos semanas en Japón tras detectarse un brote a bordo en febrero, encontró que casi el 18 por ciento de los infectados nunca mostraron síntomas.
Otro estudio japonés sobre el caso de los 565 japoneses evacuados de Wuhan, China, en febrero pasado, halló que del total de los que dieron positivo en las pruebas de COVID-19, casi el 31% eran portadores asintomáticos.

Un trabajador llevando un traje de protección contra el coronavirus instruye a los compradores sobre el distanciamiento social en un supermercado de Wuhan, en el centro de China. (Foto AP/Ng Han Guan)
El problema más grave es que las personas asintomáticas pueden ser tanto o más infecciosas que las personas que muestran síntomas claros del Covid-19.
Las investigaciones de Jeffrey Shaman encontraron que las personas con síntomas leves o sin síntomas, y sin diagnóstico confirmado, eran sólo la mitad de infecciosas que las personas con síntomas. Sin embargo, estas personas asintomáticas eran la fuente de casi el 80% de los casos confirmados de Covid-19. Esto porque estas personas se sienten bien, permanecen activas, viajando y entrando en contacto con más gente.
Un estudio de pacientes con Covid-19 en Múnich, Alemania, mostró que la diseminación viral comienza muy temprano tras el inicio de la infección, haciendo que este virus sea muy diferente del síndrome respiratorio agudo severo (SARS). También se encontró que la capacidad de diseminar el virus puede durar más allá de la desaparición de los síntomas. Otro estudio de pacientes en China encontró que la carga viral en personas sintomáticas y asintomáticas era similar.
En otras palabras, las personas no tienen que parecer muy enfermas para contagiar este virus, para el cual todavía no existe una vacuna.
El doctor Sumon Chakrabarti, especializado en enfermedades infecciosas del Hospital Trillium Health Partners en Mississauga, Ontario, dijo que esta forma de contagio asintomática “es una característica desafortunada del virus porque realmente facilita la propagación en la comunidad y el mundo».
Fuentes: Radio-Canada/CBC/Canadian Press/ RCI
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