El comediante Howie Mandel, uno de los nuevos copropietarios del festival de comedia Just for Laughs, con sede en Montreal, mayo de 2018. (Foto: Canadian Press/Ryan Remiorz)

Los humoristas canadienses tratan de reír en tiempos de pandemia

En una columna publicada en el sitio en internet de “Psicología Actual”, la doctora Marilyn Mendoza, instructora clínica en el Departamento de Psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Tulane, anota que: “El humor y la risa son habilidades importantes para enfrentar cualquier situación. El humor puede amortiguar los efectos negativos del estrés al que estamos sometidos. Se ha demostrado que la risa fortalece nuestro sistema inmunológico, mejora el estado de alerta, aumenta los niveles de endorfinas, reduce la presión sanguínea, aumenta la producción de células T y ayuda a la glándula pituitaria a liberar sus propios opiáceos supresores. La risa aumenta nuestra ingesta de aire rico en oxígeno. También libera la tensión acumulada. Eso es mucho para un comportamiento tan simple.”

Todos estos elementos hacen que la risa y el humor sean necesarios para atravesar la cuarentena. Las redes sociales son uno de los espacios naturales para difundir situaciones cómicas en la vida cotidiana en momentos en que millones de canadienses se encuentran confinados en sus viviendas, esperando la atenuación y eventual control de la expansión de la pandemia del Covid-19.

Como consecuencia de las medidas de prevención de la expansión de la pandemia, todos los eventos de comedia en vivo han sido cancelados en todo Canadá. Sin embargo, los comediantes todavía están encontrando maneras de mantenerse a sí mismos y a sus audiencias tratando de reír en auto-aislamiento en sus propios hogares.

Estas iniciativas son un pequeño consuelo frente a las pérdidas económicas que están sufriendo quienes ganan su sustento haciendo reír a los canadienses.

La Asociación canadiense de comediantes en vivo (CASC) que reúne a más de 900 comediantes llamados en inglés stand-up comedians, y que también incluye a artistas que hacen sketches e improvisaciones, declaró que el cierre completo y total de clubes y locales de actuación en vivo debido al Covid-19 ha colapsado a todo el sector.

Esta organización dice que sus miembros sufren colectivamente una pérdida de ingresos proyectada de 2,5 millones de dólares en los próximos tres meses. Esto debido al cierre de 46 clubes de comedia en todo el país, la cancelación de 26 festivales de comedia y eventos especiales, así como la anulación de 7 giras nacionales. Los cómicos canadienses temen que para agosto habrán perdido cerca de cinco millones de dólares en ingresos.


En los clubes de humor, donde los comediantes trabajan en circunstancias precarias y a veces por muy poco dinero, la pérdida promedio estimada por comediante en Canadá es de 508 dólares por semana.


El comediante canadiense Russell Peters durante una entrevista para su programa «Deportados» en Toronto el martes 21 de enero de 2020. (Foto: Canadian Press /Frank Gunn)

Argumentando en favor de un mayor apoyo financiero de parte del gobierno canadiense, la Asociación canadiense de comediantes en vivo citó inclusive un artículo del Foro Económico Mundial del 16 de abril de 2019 que destaca la necesidad del humor para la salud mental y física destacando que «…la comedia es una parte fundamental de la naturaleza humana. En el pasado, creíamos que sólo algunas culturas habían desarrollado el humor, pero esta creencia ha cambiado, ya que no se ha encontrado ninguna cultura donde no exista la risa y la comedia».


“Este es un momento aterrador y sin precedentes. Vamos a superarlo, como planeta, como país y como comunidad. Pero no será pretendiendo que es sólo la temporada de gripe, porque no lo es. Ahora es el momento de escribir un guión, empezar un podcast, escuchar las grabaciones de actuaciones previas y tomar notas. Ahora es el momento de llamar a los amigos y familiares a través de FaceTime. Sean divertidos en Tik Tok o YouTube o MySpace o Wikipedia. No se preocupen, allí también están sus multitudes en este momento.”

Asociación canadiense de comediantes en vivo (CASC)


Por su parte, el Consejo Canadiense de las Artes, un organismo gubernamental cuyo mandato es fomentar las artes en el país, ha invitado a los comediantes que “documenten con precisión sus ingresos perdidos como resultado de los aplazamientos y cancelaciones directamente relacionados con las medidas adoptadas para controlar la propagación de Covid-19”, con la idea de paliar esas pérdidas mediante la distribución de fondos.

“Una cosa de la que nadie debería reírse es de que somos capaces de producir ingresos para la economía canadiense”, dice la asociación de cómicos en su sitio en internet, citando que un solo festival de comedia contribuye unos 33,8 millones de dólares al PIB del país. “Sin embargo, de los más de 638 millones de dólares de inversiones anuales en las artes a través del Fondo de Medios de Comunicación de Canadá (CMF), el Fondo de Presentación de las Artes de Canadá (CAPF) y el Consejo Canadiense de las Artes, el total disponible para que los artistas soliciten ser comediantes independientes para la creación de su contenido es inferior a 3,25 millones de dólares” Monto que según ellos, no es suficiente.

Los comediantes canadienses, destaca esta asociación gremial, tienen una larga trayectoria como riqueza cultural, citando los ejemplos de Wayne & Shuster al ontariense Russell Peters, el profanamente divertido grupo de las provincias marítimas, The Kids in the Hall y Katherine Ryan, todos artistas que han hecho reír al público en Canadá y en el mundo, y que ahora deben sobrevivir esta pandemia.

Fuentes: CBC / Psychology Today / National Post / CASC / RCI

Categorías: Artes y espectáculos, Economía, Salud
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