Investigadores dicen que puede ser necesario un distanciamiento intermitente hasta 2022, a menos que «se aumente sustancialmente la capacidad de cuidados críticos o se disponga de un tratamiento o una vacuna».
En el mismo sentido apunta el Primer ministro de Canadá: lo dice y lo repite en sus conferencias cotidianas desde Ottawa.
“Todos juntos debemos «mantener el rumbo» porque Canadá aún no ha pasado por la primera ola de la pandemia. La realidad es que aún faltan semanas para saber cuándo comenzarán las escuelas o abrirán los negocios. Reconocemos que va a ser importante poner en marcha nuestra economía y que tendremos que hacerlo por fases. Pero no podemos bajar la guardia hasta que se encuentre una vacuna contra COVID-19″.
-Justin Trudeau, martes 14 de abril, Rideau Hall.
Este martes también, investigadores de la Universidad de Harvard publicaron los resultados de un estudio con proyecciones que los llevan más lejos aún en sus predicciones y advertencias: dicen que serán necesarios varios períodos de distanciamiento social hasta 2022 para evitar que el nuevo coronavirus obstruya los hospitales con enfermos en Estados Unidos, en un estudio publicado en la revista Science.
Los investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard utilizaron modelos informáticos para simular cómo podría extenderse COVID-19 en los próximos cinco años.
Su simulación tuvo que interactuar con muchas incógnitas sobre el nuevo coronavirus, y sobre las cuales no tienen todas las respuestas: entre ellas el nivel y la duración de la inmunidad adquirida por una persona infectada.

Nuevos hábitos de compra. Clientes en Vancouver, Columbia Británica, esperan en fila para entrar en una Supertienda, con pilones en su lugar para asegurar un distanciamiento físico adecuado. (Ben Nelms/CBC)
Los investigadores destacan que el cambio estacional de la transmisión facilitará el control de la epidemia durante los meses de verano, “pero podría dar lugar a un intenso resurgimiento en el otoño. Las medidas de distanciamiento intermitente pueden mantener el control de la epidemia, pero sin otras intervenciones, estas medidas pueden ser necesarias hasta 2022”.
Una cosa es casi segura, según los autores del estudio: el nuevo coronavirus no desaparecerá de la noche a la mañana.
“Es poco probable que la inmunidad sea lo suficientemente fuerte y duradera como para que el coronavirus desaparezca al final de la primera oleada que estamos viviendo actualmente”.
Los autores reconocen que ese distanciamiento prolongado puede resultar a la larga perjudicial en términos económicos, educativos y sociales. No obstante, las investigaciones son necesarias porque ayudan a encontrar alternativas que permitan identificar formas de combatir el coronavirus y de controlar la pandemia, dice Harvard.
El estudio señaló que se necesita más investigación para determinar si la propagación del virus cambia con las estaciones, cuánto tiempo dura la inmunidad al nuevo coronavirus y si la exposición a coronavirus que causan enfermedades leves ofrece alguna protección contra el virus que causa COVID-19.
Habría que ver cómo resuelve cada país esa salida gradual del aislaminto social.
En lo que sí coinciden tanto los expertos de salud pública de Canadá como los de Harvard, es que una vacuna podría cambiar esos datos y proyecciones.
La Presse- CNN-Harvard
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