Una investigación preliminar llevada a cabo por un equipo de trabajo de la Universidad de Sherbrooke, en la provincia francófona de Quebec, reveló que uno de cada diez canadienses cree en teorías conspirativas en torno al nuevo coronavirus.
Estos resultados hacen parte de una encuesta canadiense sobre las repercusiones psicosociales del Covid-19, realizada por un equipo interdisciplinario de la Universidad de Sherbrooke que encontró que las repercusiones psicológicas de la pandemia ya se están dejando sentir entre la población. Una cuarta parte de los encuestados también mostraba síntomas significativos de estrés postraumático y ansiedad.
La encuesta fue llevada a cabo con la participación de unas 600 personas, la mitad de ellas en Quebec y la otra fuera de la provincia, entre el 8 y el 11 de abril. Uno de los hallazgos es que varios participantes parecen creer en diversas teorías conspirativas y en la desinformación, lo que puede aumentar los factores de estrés relacionados con los impactos psicosociales.
Los autores del estudio señalaron que las conclusiones del estudio son preliminares, y que dentro de dos semanas tendrán los resultados de una encuesta más amplia, cuando consulten a unos 1.500 canadienses. Posteriormente, los investigadores piensan ampliar sus encuestas a unos seis países.
A los encuestados se les presentaron seis teorías de conspiración y se les preguntó si creían en alguna de ellas. Una de las coautoras del estudio, Marie-Eve Carignan, profesora en la Universidad de Sherbrooke, explicó que por lo menos uno de cada diez encuestados creía en al menos una de las seis teorías.
Esas teorías conspirativas incluyen la noción de que Ottawa está ocultando información importante sobre el coronavirus, que la enfermedad fue inventada en un laboratorio, que el coronavirus es un error de laboratorio, que la industria farmacéutica está involucrada en la propagación del coronavirus, que ya existen medicamentos para contener el coronavirus, y que existe un vínculo entre la tecnología 5G y el coronavirus.
Una de las teorías conspirativas más populares sostiene que el Covid-19 fue diseñado genéticamente en un laboratorio, posiblemente como arma biológica. Si un poco más de la mitad de los encuestados cree que el virus apareció como evolución natural, casi un tercio de los participantes cree que fue creado en un laboratorio.
Virólogos de todo el mundo dicen que serían capaces de detectar si el virus ha sido modificado en un laboratorio, y no hay signos de que sea así. Es posible que el virus haya sido estudiado en un laboratorio y luego se haya filtrado accidentalmente, pero no es probable, dicen ellos.
La encuesta también encontró que alrededor del 15% de los encuestados cree que la industria farmacéutica está involucrada en la propagación del coronavirus.
Otra teoría conspirativa popular, que fue desmentida, sostiene que existe una relación entre el virus y la tecnología electrónica del 5G. Sólo el 7,8% de los encuestados en Quebec cree en tal cosa en comparación al 15% de los encuestados en el resto del Canadá. Según la investigadora Carignan esta diferencia podría ser signo de que las teorías conspirativas que se originan en el mundo anglófono podrían propagarse menos entre los francófonos, aunque el tema requiere mayores estudios.
Aproximadamente el 38% de los encuestados cree que el gobierno oculta información importante sobre el coronavirus. Carignan dice que este hallazgo es importa ya que la gente que menos confía en el gobierno puede ser la más propensa a creer en teorías conspirativas.
Fuentes: Université de Sherbrooke / CBC / A. Bellemare / K. Nicholson / Canadian Press / RCI
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