Un niño juega fútbol solo en un jardín en medio de los temores por la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) en Miami, el 6 de abril de 2020. (Foto de CHANDAN KHANNA / AFP) (Foto de CHANDAN KHANNA / AFP a través de Getty Images)

Hay que retornar a la escuela dicen pediatras canadienses

La epidemia del coronavirus sigue afectando profundamente la vida cotidiana de familias y niños en todo el mundo, entre otras, por el cierre de las escuelas.

La Asociación de Pediatras de Quebec recomienda fuertemente el regreso de los niños a la escuela, porque los “daños colaterales de un confinamiento prolongado son ya demasiado numerosos y preocupantes. Y si esperamos aún más, hasta el comienzo del año escolar en septiembre, el daño será aún mayor”.

Un niño migrante hondureño deportado de México, haciendo gestos desde la ventana del autobús, antes de ser puesto en cuarentena para evitar la propagación del coronavirus COVID-19, a su llegada al aeropuerto internacional Toncontin en Tegucigalpa, el 14 de abril de 2020. La ONU recuerda que el cierre de escuelas significa una carga mayor para las mujeres en general, quienes siguen siendo en gran medida responsables del cuidado de los niños en todo el mundo (Foto de ORLANDO SIERRA / AFP ) (Foto de ORLANDO SIERRA / AFP a través de Getty Images)

A finales de marzo, Naciones Unidas advertía que “la velocidad y escala global de la actual disrupción educativa era algo que no tenía precedentes”.

Para el organismo internacional la escuela es una estructura ordenada que proporciona un sostén importante a familias y comunidades enteras. El efecto de cerrarlas durante días, semanas y en ocasiones incluso meses podría tener repercusiones incalculables en los niños y las sociedades en general.

Los funcionarios de las escuelas y del gobierno están haciendo todo lo posible para que los niños sigan aprendiendo y se mantengan ocupados en casa.

El ministerio de educación de Quebec, para subsanar en parte el problema, lanzó una «Escuela Abierta» en línea para niños de la primaria y secundaria. Pero eso es una solución parcial al problema planteado por los pediatras de Quebec.

Por eso los pediatras recomiendan una salida gradual del confinamiento para evitar daños a los niños.

AUna niña pinta una imagen de sí misma en la ventana de la escuela el 8 de abril de 2020 en Altrincham, Inglaterra. El primer ministro dijo que las escuelas permanecerán cerradas «hasta nuevo aviso», y muchos especulan que no podrán volver a abrir hasta el próximo período. (Foto por Christopher Furlong / Getty Images)

¿Cuáles son esos daños?

El principal, dicen, es que fueron privados de su red de seguridad social habitual.

Muchas familias no la están pasando bien en términos económicos.  Un dato que refuerza el estado actual de la situación creada el coronavirus: en Quebec más de 240.000 niños se benefician cada día de los desayunos escolares.

Otro dato: el confinamiento de 24 horas, con padres desempleados y sin ingresos, sólo puede aumentar el riesgo de violencia doméstica dicen los pediatras.

La escuela además cumple otras funciones, como la de controlar las vacunas y el proceso de desarrollo de los niños, que permite detectar temprano cualquier retraso, antes de que sea tarde.

 “Hay que actuar antes de que se cierre esta ventana de oportunidades, ya que las consecuencias son a veces irreversibles”.

Las escuelas de todo Canadá comenzaron a cerrar sus puertas a mediados de marzo. Las  provincias de Ontario y Quebec dictaminaron que permanezcan cerradas hasta bien entrado mayo. Columbia Británica y Alberta decretaron el cierre de las escuelas  hasta nuevo aviso. Nuevo Brunswick ha cancelado por completo el resto del año escolar.

Habrá que esperar los próximos días para verificar cambios en las directivas de las provincias según evolucione el coronaviris,

Dinamarca, por ejemplo, ya relajó algunas de sus estrictas medidas para combatir el coronavirus  permitiendo que los estudiantes de preescolar a quinto grado regresen a clases. Pero no lo hacen como si nada hubiera sucedido.

Para cumplir con las directrices sanitarias nacionales, las aulas fueron reorganizadas y rediseñadas. Los escritorios fueron colocado a dos metros de distancia, y los recreos están organizados  en grupos pequeños a la vez.

La ONU recuerda que el cierre de escuelas significa una carga mayor para las mujeres en general, quienes siguen siendo en gran medida responsables del cuidado de los niños en todo el mundo.

Y para las madres con pocas redes de protección social, las opciones son aún más limitadas.

Los pediatras quebequenses cuentan además con un argumento irrefutable:  COVID-19 no es peligroso para la gran mayoría de los niños.

La presse canadienne- ONU-Global News

 

Categorías: Inmigración y Refugiados, Sociedad
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