«Lo que la pandemia ha hecho con las medidas de auto-aislamiento, con los cierres de algunos de los sistemas de apoyo, es crear un barril de pólvora».
-Maryam Monsef, ministra de la mujer y la igualdad de género
La cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus está mostrando efectos positivos en el mundo haciendo que la curva de contagio de Covid-19 empiece a regresar. Sin embargo, no ha detenido la “pandemia de los feminicidios”.
Además, el cierre de algunos refugios y la reducción de la capacidad de otros está empeorando el problema.
Una de las principales estrategias de control de los perpetradores de violencia doméstica es la de aislar a la víctima. La cuarentena entonces está generando mayores riesgos para las mujeres que viven en situaciones de violencia doméstica.
En Canadá, hay 100,000 víctimas de violencia doméstica cada año, y alrededor de 90 personas mueren anualmente a manos de su abusador. (Shutterstock)
En Argentina, por ejemplo, donde han ocurrido 22 feminicidios desde el 20 de marzo, fecha de inicio de la cuarentena, según la Organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), el “60 por ciento de las mujeres víctimas de feminicidios han sido asesinadas en su hogar o en un espacio compartido con sus parejas».
Es decir, que la cuarentena que obliga a las mujeres a permanecer en el hogar no es el lugar más seguro para ellas.
En México, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, presentó un informe sobre seguridad en México, el cual reveló que en lo que va de la cuarentena por COVID-19, se han reportado 78 feminicidios en el país.
En Colombia se denuncian 19 feminicidios. Esto, sin mencionar países como España, Francia y otros.
Esta pandemia, al igual que COVID-19, es también global.
Una mujer libanesa enmascarada pasa frente a un edificio con pancartas colgando de balcones, llevando mensajes contra la violencia doméstica, en la capital Beirut, el 16 de abril de 2020, durante una campaña llamada #LockdownNotLockup, lanzada por la asociación local ABAAD, (un centro de recursos para la igualdad de género), para crear conciencia e informar a las mujeres sobre su línea directa. – Según los informes, el número de casos de abuso aumentó en el Líbano durante la nueva crisis pandémica de coronavirus, que obliga a las mujeres a encerrarse con sus abusadores. (Foto por PATRICK BAZ / Abaad / AFP a través de Getty Images)
En Canadá, diversas consultas del gobierno muestran un aumento de entre el 20 y el 30% en las tasas de violencia contra las mujeres desde el inicio del confinamiento.
Organizaciones ya sea a nivel nacional o provinciales alertan sobre la misma tendencia: las llamadas de mujeres pidiendo ayuda y las frecuentaciones a los refugios que disminuyen drásticamente.
Lise Martin, directora ejecutiva de Refugios de Mujeres de Canadá, dice que COVID-19 sólo está empeorando un problema existente.
Martin utiliza la metáfora de una ola a presión para referirse al ambiente en el que viven las mujeres desde el confinamiento.
“Creo que el gobierno federal tiene que enviar el mensaje fuerte y claro de que, si tu casa no es segura, no tienes que quedarte en ella».
– Lise Martin
La semana pasada, la Policía Regional de York, que atiende a una población al norte de Toronto, informó de un aumento del 22% en los incidentes domésticos desde que entraron en vigor las medidas de confinamiento en el hogar el 17 de marzo.
«En algunos lugares las llamadas de auxilio han aumentado en un 400%», dijo Maryam Monsef, ministra de la mujer y la igualdad de género refiriéndose a las circunstancias en que se encuentra un refugio en el Área Metropolitana de Toronto.
En muchas comunidades canadienses alejadas .. «algunas organizaciones de primera línea informan de que hay una inquietante tranquilidad», agrega Monsef, que también es responsable del desarrollo económico rural.
«Eso se debe a que probablemente las mujeres estén bajo vigilancia. No pueden pedir ayuda. No saben pedir ayuda. Y ése es otro desafío que se nos presenta en este momento».
Para Wanda McGinnis, directora general de la Wheatland Crisis Society en la zona rural de la provincia de Alberta es que desde que se dio la orden de confinamiento en los hogares, muchas mujeres piensan que los refugios están cerrados.
Lo mismo ocurre en la provincia de Manitoba
Los refugios de la provincia canadiense de Manitoba para sobrevivientes de violencia doméstica están viendo una disminución en las solicitudes. Eso preocupa a los organimos que luchan contra la violencia hacia las mujers. (Chameleons Eye/Shutterstock)
Los refugios para víctimas de la violencia doméstica de la provincia de Manitoba reportan menos llamadas desde que surgió el primer caso de coronavirus.
Deena Brock es coordinadora provincial de MAWS, la Asociación de Refugios de Mujeres de Manitoba. La situación es inquietante, dice.
«Es difícil para las mujeres y hombres – cualquiera que esté sufriendo abusos – porque están aislados con su abusador, así que puede que ni siquiera se les permita usar el teléfono, y si hacen una llamada es probable que estén siendo vigilados», dice Deena Brock.
«Sólo nos preocupa que haya menos llamadas y que tengamos vacantes», algo que nunca ocurre.
El gobierno de la provincia tomó cartas en el asunto reuniéndose con los grupos representativos de diversas comunidades y de los refugios.
En una reunión se acordó que es urgente hacer correr la voz e informar a las personas necesitadas que los refugios siguen abiertos, entre otras medidas.
Plan de acción del gobierno canadiense
La ministra de Mujeres e Igualdad de Género, Maryam Monsef, dice que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado la difícil situación de las mujeres y las familias que sufren violencia doméstica, y que hay conversaciones en curso para abordar el problema. (Sean Kilpatrick / The Canadian Press)
Después de la aparición de la pandemia, el Ministerio de la mujer y la igualdad de género llevó a cabo consultas con organizaciones de las provincias y territorios de primera línea y con parlamentarios de todo el Canadá para comprender mejor el impacto de la crisis.
Los datos obtenidos mostraron un aumento de entre el 20% y el 30% en las tasas de violencia de género y violencia doméstica en algunas regiones del país, pero aun faltan datos.
Monsef dijo que su ministerio está trabajando en un nuevo plan de acción.
«Estas ideas van desde el apoyo inmediato a las familias y a las víctimas, hasta una línea telefónica de ayuda para los hombres, de manera que tengan un lugar al que llamar cuando sientan estrés y ansiedad. Además, estamos trabajando para construir coaliciones de líderes y organizaciones sobre el terreno en todo el país para ayudar a mantener a nuestros niños seguros».
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, pidió recientemente que se tomen medidas urgentes para enfrentar este «estremecedor repunte global de la violencia doméstica» contra mujeres y niñas ocurridos durante las últimas semanas.
La pandemia y la violencia contra la mujer
En todo el mundo, la crisis de la #COVID19 ha aumentado el riesgo de violencia doméstica.ONU Mujeres pide reforzar las medidas de protección y apoyo a las víctimas de esos abusos: www.unwomen.org/es/news/in-focus/in-focus-gender-equality-in-covid-19-response
Posted by Naciones Unidas on Friday, April 17, 2020
Alguna ideas que ayudan a las mujeres
El ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina lanzó la campaña “barbijo rojo”. Con la colaborción de las farmacias, si una víctima de violencia se presenta en una farmacia y solicita un barbijo rojo eso significa que tiene problemas y la farmacia contactará a la policía.
Chile lanzó una alternativa “silenciosa” para que las mujeres puedan comunicarse por WhatsApp o mensajería de texto sin que el agresor se de cuenta.
CBC-Raisa Patel-ONU-Gobierno de Canadá-La Jornada-Debate
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