Pablo Listingart, fundador y director ejecutivo de ComIT

El sueño canadiense existe: Pablo Listingart

Vivir según sus principios y valores solidarios, donde importe ser parte de una comunidad que le permita contribuir a la sociedad, lo llevó a explorar diferentes ciudades del mundo. En esa búsqueda, llegó a la ciudad de Winnipeg, donde, al día siguiente, se dijo que había encontrado el lugar en el mundo que ambos, él y su esposa, estaban buscando. Desde ese entonces, hace 5 años, fundó una familia y desarrolló un proyecto, ComIT, que proporciona capacitación en nuevas tecnologías a centenares de personas que buscan una primera oportunidad laboral. Sin costo para los estudiantes.

Curso de NodeJS development en Vancouver, en Febero 2020. Foto. ComIT

Pablo Listingart es el fundador y director ejecutivo de ComIT, (IT por tecnologías de la información) una organización sin fines de lucro que proporciona capacitación gratuita en habilidades de empleo digital a personas interesadas en ese sector de empleo.

Ese camino lo inició mucho antes en su país natal, Argentina, donde había creado en 2011 Comunidad IT, una organización sin fines de lucro que ofrece cursos gratuitos de programación para personas que buscan insertarse en el mercado laboral. 

En 2015, Pablo Listingart y su esposa emigraron a Canadá y se instalaron en la provincia de Manitoba, donde decidió basar ComIT, con el apoyo de varios donantes, entre ellos de Google.

Regresar a la comunidad lo que recibe

Para Pablo, ComIT es una vía por la que va sembrando y recibiendo bienestar, alegría, sentido de pertenencia, creatividad. Cree profundamente que puede aportar cambios en su entorno. Que los problemas laborales que tiene la gente en general y en particular los recién llegados a este país pueden y deben ser resueltos con el aporte de todos, gobierno, empresas y comunidades.

Es voluntario en el Community Center de su barrio y en una organización sin fines de lucro en Manitoba.

«Aun sin estar 100% asentados, o con nuestra situación económica sin resolver, siendo honesto con todo lo que nos dio Canadá- un mejor futuro para nosotros y nuestros hijos, salud, seguridad, trabajo, y el sentirnos parte de algo más grande que nosotros- sentía que tenía que devolver, más aún si estaba dentro de mis posibilidades”. 

Pablo diseñó un primer programa piloto en Kitchener-Waterloo, provincia de Ontario, en 2017. Se pagó su salario de profesor de su propio bolsillo, mientras que una donación de Google cubrió el costo del espacio.

Ahora en 2020 ayuda a cientos de personas en Winnipeg, Regina, Saskatoon, Calgary, Edmonton, Vancouver, Kitchener y Toronto a adquirir habilidades tecnológicas para trabajar.

Después de tantos años con ComIT ¿A dónde se dirige la organización? ¿Qué quieres innovar?

«Llevo 9 años haciendo este proyecto en más de 25 ciudades en 3 países, Argentina, Chile y Canadá, y creo que va a crecer mucho más. Sin embargo, siempre intento pensar que podemos desarrollar nuevos programas para incluir a más personas, y para trabajar en distintas problemáticas. Porque la inclusión y la diversidad no solo ocurren cuando un estudiante consigue empleo, sino que hay muchas formas de ayudar al desarrollo de una sociedad. El empleo es solo una mas, y la capacitación para ello es una excusa para lograrlo. Sin embargo en lo personal quiero seguir aprendiendo y desarrollándome para ser un factor de cambio. Alguien que pueda hablar con las empresas y con los gobiernos para trabajar en la inclusión de más personas. Mejorar el desarrollo humano de la sociedad en su conjunto para que los inmigrantes o los nacidos en Canadá sientan que pueden crecer y desarrollar su potencial como yo lo sentí cuando llegué. Para ello no alcanza solo con capacitar a las personas para un empleo sino que también hay que convencer a aquellos que pueden contratar, de que brinden una oportunidad. Y ese es el trabajo principal en el cual me gustaría trabajar más en profundidad ».

Como la mayoría de los inmigrantes Pablo Listingart tuvo que sortear muchos obstáculos para lograr que las puertas se abran.  Comenzar en un país nuevo, sin redes de contacto y soporte tiene su cuota de dificultades. Pero Pablo reconoce que al final la recompensa es mayor. 

“Una de las grandes enseñanzas que tuve es que cuando uno trabaja bien, de corazón, y siguiendo sus valores, eventualmente la recompensa existe en esta sociedad. Y esa recompensa no es siempre económica. Puede ser el reconocimiento de los que nos rodean, el desarrollo de nuestra vida y amistades, nuevas y mejores oportunidades laborales, y muchas cosas más.

Una clase de Full Stack Java development en Winnipeg en 2018

¿Qué significa ahora su trabajo en el contexto de COVID 19?

Pablo creía que la pandemia sería de corta duración. Al pasar de los días y semanas, se rindió ante la evidencia. Se venían cambios y profundos, que afectarán al mundo laboral tal cual lo conocemos y sin duda también el trabajo de ComIT.

Ahora sabe que las industrias deberán reinventarse y que cada vez más, como lo está demostrando el impacto del coronavirus, ellas se apoyarán en IT. Los talentos ya no vendrán como antes, de afuera, cree, porque las fronteras se están cerrando.

¿Cuál será la nueva alternativa?

“El desarrollo del talento que tenemos fronteras adentro. Y de repente todo se volvió claro, y en ComIT tuvimos que cambiar la manera de dar clases presenciales, por un formato online, porque debemos trabajar más que nunca para preparar a las personas que más lo necesitan, para que estén listas para los nuevos empleos y necesidades de la sociedad. Y así fue que, de tener una total incertidumbre sobre el futuro del proyecto, me di cuenta que hoy más que nunca debemos redoblar esfuerzos para ayudar a la mayor cantidad de personas posible. Y en ese camino estamos, para que más canadienses tengan mejores oportunidades durante y post COVID.”

Ese sentido de comunidad y de orgullo de formar parte esta sociedad que no habíamos sentido en otros lugares, sumado al buen trato y el esfuerzo conjunto para hacer las cosas bien es que nos terminó convenciendo de que Canadá era el país adonde queríamos emigrar.

Pablo Listingart, fundador y director ejecutivo de ComIT

ComIT recibió en 2019 fondos del gobierno federal para permitir una mayor expansión del programa en todo el Canadá.

 

 

 

 

 

Categorías: Economía, Inmigración y Refugiados
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