En agosto de 2018, la estatua de Sir John A. Macdonald en la Place du Canada fue una vez más objeto de vandalismo por quienes se oponen a su presencia en la arquitectura de la ciudad de Montreal. (Stéphane Grégoire/Radio-Canada)

La necesaria revisión de la historia derrumba estatuas

Una estatua a la que desde hace algunos años no la va bien en Canadá es la de Sir John Alexander Macdonald, quien fue el primer Primer Ministro de Canadá del 1 de julio de 1867 hasta el 5 de noviembre de 1873, volviendo al cargo del 17 de octubre de 1878 hasta el 6 de junio de 1891. Este personaje gobernó Canadá por 19 años en total.

Ya en 2018, la ciudad de Victoria, la capital de la provincia de Columbia Británica en la costa oeste de Canadá anunció su intención de retirar la estatua de John A. Macdonald, que se encontraba a la entrada del ayuntamiento por su papel de «líder de la violencia contra los pueblos indígenas».

En 1992, la estatua de John A. Macdonald en Montreal, inaugurada en 1895 en lo que hoy es la Place du Canada, apareció decapitada, aparentemente por simpatizantes del Frente de Liberación de Quebec.

En marzo de 2019 la estatua de Sir John A. Macdonald en el centro de Montreal apareció pintada con spray.  Un grupo de activistas que se hacen llamar el grupo #MacdonaldMustFall reclamaron la responsabilidad, diciendo que ese acto de protesta se lleva a cabo en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial promulgado por las Naciones Unidas.

Manifestantes suben a una estatua de John A. Macdonald, el primer primer ministro del Canadá, durante una marcha contra la brutalidad policial y el racismo en Montreal (Canadá) el 7 de junio de 2020. (Foto de MARTIN OUELLET-DIOTTE / AFP)

Revisando la historia de este personaje, sus críticos destacan que el gobierno Macdonald estableció la Ley sobre los indígenas y el sistema de escuelas residenciales. Sumando a esto sus comentarios racistas sobre los pueblos indígenas, son motivos suficientes para hacer desaparecer sus monumentos.

Bajo el gobierno de Macdonald los métis fueron atacados dos veces, el ejército canadiense atacó sin razones al pueblo del jefe indígena Poundmaker, muchos líderes de las Primeras Naciones y de los métis fueron encarcelados, varios de ellos murieron en la cárcel o poco después de ser liberados, el líder de los métis Louis Riel fue ahorcado por traición a pesar de ser ciudadano estadounidense. También se llevó a cabo la mayor ejecución en masa de la historia canadiense con el ahorcamiento de ocho indígenas Cree y Assiniboine en North Battleford, Saskatchewan. La Ley sobre los indígenas fue enmendada haciéndola más opresiva y punitiva y se aplicó una política que buscaba eliminar físicamente a los indígenas, matándolos de hambre.


“A menudo se argumenta que Macdonald hizo muchas cosas buenas. Construyó el país. Pero construyó el país sobre las espaldas de los indígenas.”

James Daschuk, historiador, Universidad de Regina.


Para otros críticos, el papel de Macdonald en la construcción de políticas supremacistas blancas y genocidas tiene repercusiones profundamente perjudiciales que se sienten en la actualidad.

Otra estatua que fue retirada de su pedestal en Halifax en 2018 fue la de Edward Cornwallis, quien fue gobernador de Nueva Escocia y oficial militar acreditado por los británicos como el fundador de la ciudad en 1749. Esta decisión se produjo debido a la proclamación de Cornwallis sobre el desalojo que ofrecía una recompensa en efectivo a toda persona que mate a un indígena Mi’kmaw.

La estatua de Edward Cornwallis fue erigida en 1931, como parte de la promoción turística de la compañía ferroviaria CN Rail.

«Quiero que la gente sepa que Cornwallis cometió un genocidio contra nuestro pueblo. Él lo ordenó, él quería que nos eliminen», dijo la activista Mi’kmaw Rebecca Moore. «¿Qué clase de hombre es ese y por qué tenemos una estatua suya en el parque?»

La estatua de Edward Cornwallis fue retirada de su pedestal en Halifax en enero de 2018. (Foto: Craig Paisley/CBC)

Uno de los motores de esa reivindicación del punto de vista de los indígenas sobre la historia fueron las iniciativas de revisar las relaciones entre los pueblos indígenas canadienses y el Gobierno de Canadá a través de comisiones de investigación que abordaron tanto el tema de las escuelas residenciales, como el de la muerte y la desaparición de cientos de mujeres indígenas.

Tras la trágica muerte de George Floyd, un afro-estadounidense que estaba maniatado y por tierra, que falleció después de que un policía blanco le aplastó el cuello con la rodilla, surgió un movimiento mundial contra la violencia policial, el racismo y el colonialismo.

Al otro lado del Atlántico, en Inglaterra, esa muerte derrumbó de su pedestal la estatua de Edward Colston, un tratante de esclavos que murió hace casi tres siglos.

Los manifestantes antirracistas derriban una estatua del comerciante de esclavos Edward Colston durante una manifestación de protesta de Black Lives Matter en Bristol, Inglaterra, el 6 de junio, 2020. (Ben Birchall/PA vía AP)

El derribo de su estatua en la ciudad de Bristol, ocurrido el pasado domingo, es la expresión del movimiento Black Lives Matter en Gran Bretaña. Los manifestantes ataron cuerdas a la estatua del notorio comerciante de esclavos antes de derribarla. Su caída fue recibida con escenas de júbilo por los manifestantes antirracistas, para quienes el personaje era vergüenza en una de las ciudades más liberales de Gran Bretaña. Tras ser echada por tierra, la estatua fue rodada hacia el puerto, donde acabó siendo echada al agua.

La policía dijo que inició una investigación para dar con aquellos que «cometieron un acto de daño criminal». El alcalde de Bristol, Marvin Rees, dijo que el retiro de la estatua «dividiría» la opinión, pero añadió que era «importante escuchar a aquellos que encontraron que la estatua representaba una afrenta a la humanidad».

Colston nació en 1636 en el seno de una rica familia de comerciantes, participando más tarde en la única compañía oficial de comercio de esclavos de Inglaterra de la época, la Royal African Company, y la ciudad de Bristol era el centro de esta “actividad comercial”.

La compañía transportaba decenas de miles de africanos a través del Océano Atlántico, convertidos en esclavos destinados a trabajar en las plantaciones de azúcar del Caribe y los campos de tabaco en la nueva colonia norteamericana de Virginia. Cada persona esclavizada tenía las iniciales de la compañía marcadas en su pecho.


Gran Bretaña abolió oficialmente la trata de esclavos en 1807 mediante una ley del Parlamento, pero la esclavitud propiamente dicha no se prohibió oficialmente en los territorios británicos hasta 1834. Se estima que más de 12 millones de africanos fueron capturados y enviados como esclavos hacia las Américas en condiciones atroces. Se calcula que alrededor de dos millones de africanos perecieron en el viaje.


Manifestantes se reúnen alrededor de una estatua de Winston Churchill en Parliament Square durante el mitin de Black Lives Matter en Londres el 6 de junio, 2020. (Foto: Frank Augstein/The Associated Press)

Un rasgo en común entre estas estatuas es que son representaciones del poder colonial y el racismo. Otro personaje que hace parte de esta compañía es el ex primer ministro británico Winston Churchill.

En Londres, los manifestantes desfiguraron la base de la estatua fuera del Parlamento, tachando su apellido y pintaron debajo la frase «era un racista».


En 1937, Winston Churchill declaró a la Comisión Real de Palestina: «No admito, por ejemplo, que se haya hecho un gran daño a los indios rojos de América o a los negros de Australia. No admito que se haya hecho un mal a estas personas por el hecho de que una raza más fuerte, una raza de más alto grado, una raza más sabia en los asuntos del mundo, para decirlo así, haya llegado y tomado su lugar.»


En Bruselas, miles de personas se unieron a una manifestación de Black Lives Matter donde los manifestantes se subieron el domingo a la estatua del rey Leopoldo II reclamando reparaciones, según un vídeo publicado en los medios sociales.

La palabra «vergüenza» también fue pintada en el monumento, en referencia al hecho que que el reinado de Leopoldo significó la muerte de unos diez millones de congoleños.

Una estatua del rey Leopoldo II de Bélgica es desfigurada con las palabras «vergüenza» antes de un mitin de Black Lives Matter en Bruselas el 6 de junio, 2020. Se estima que este monarca fue responsable de la muerte de unos diez millones de congoleños. (Olivier Matthys/The Associated Press)

El despiadado gobierno de Leopoldo sobre el Congo de 1885 a 1908 fue notorio por su brutalidad cuando el Estado Libre del Congo era prácticamente su feudo personal.

En Estados Unidos, el gobernador de Virginia, Ralph Northam, prometió retirar la estatua del general Robert E. Lee, que comandaba al ejército esclavista en la Guerra Civil estadounidense que duró de 1861 a 1865. Los líderes de la ciudad también se comprometieron a retirar otros cuatro monumentos confederados a lo largo de la prestigiosa Avenida Monument en la ciudad de Richmond.

Un equipo de inspección del Departamento de Servicios Generales de Virginia inspecciona la base de la estatua del General Confederado Robert E. Lee en la Avenida Monument el lunes de junio. 8, 2020, en Richmond, Va. El gobernador de Virginia Ralph Northam ordenó el retiro de la estatua del militar que comandaba las fuerzas esclavistas durante la Guerra Civil en Estados Unidos. (Foto AP/Steve Helber)

Fuentes: CBC / C. Williams / A. Patil / Canadashistory.ca / National Post / Canadian Press / RCI

Categorías: Indígenas, Internacional, Política, Sociedad
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