La tecnología ha borrado muchas de las barreras de comunicación que enfrentaron los sordos. Un servicio de retransmisión de video como este facilita a los sordos comunicarse por teléfono con alguien que pueda escuchar. (George Skene / Orlando Sentinel a través de AP)

Las personas sordas recuperan la comunicación perdida por el coronavirus

Para las personas sordas, así como para todas aquellas que tienen algún tipo de dificultad auditiva, el uso de la máscara para evitar contagios del coronavirus en los espacios públicos significa en general una doble barrera: distorsiona el sonido del que habla lo que dificulta la comprensión de lo que se dice e impide además leer los labios, que en algunos casos es una ayuda fundamental para comunicar.

Para decirlo de otro modo, el coronavirus cortó la comunicación entre esas mismas personas y con las de los servicios públicos y de salud en Canadá.

Dos organismos quebequenses, Audition Québec y el Instituto Raymond-Dewar se complementan en su trabajo para que la ayude llegue a esa comunidad.

La pérdida de audición es una de las discapacidades más aislantes. A menudo no se detecta ni se trata en la mayoría de los adultos. Esto lleva a un aislamiento social, depresión y posibles problemas de seguridad. El cuarenta por ciento de los adultos de 20 a 79 años tiene algún tipo de pérdida auditiva y el 78% de los adultos de 60 a 79 años experimenta pérdida auditiva La pérdida de audición se está convirtiendo en una de las discapacidades más grandes del mundo.

Estadísticas Canadá, 2016.

Voluntarios como la intérprete Wanda Warkentin han trabajado para crear sus propias comunicaciones en lenguaje de señas para la comunidad sorda durante la pandemia de COVID en Calgary -19. (Vincent Bonnay / CBC)

Una complicación llamada COVID

Las vidas de las personas sordas se han complicado aún más desde que las autoridades de salud pública recomiendan fuertemente el uso de máscaras faciales en lugares públicos, especialmente cuando no se puede mantener una distancia de dos metros entre las personas para evitar la propagación de COVID-19.

Audition Québec es una organización sin fines de lucro cuya misión es promover la autonomía y la integración de las personas con problemas de audición en la provincia.

También es un centro de información y publica cada tres meses la revista «Sourdine» que se distribuye a sus miembros y a más de 2.500 profesionales de la audición en Quebec.

Jeanne Choquette, presidenta y Directora General de Audition Québec dice que el coronavirus es “la peor pesadilla de los sordos y los duros de oído”.

Uno de cada seis canadienses tiene problemas de audición, y sabe leer los labios, dice Choquette. Se comunican con el lenguaje de los signos.

“Eso compensa nuestra pérdida de audición. Cuando hablas con alguien que lleva una máscara y no puedes ver los labios en absoluto, habiendo experimentado eso yo misma en los últimos días, te entra el pánico porque no lo entiendes” dijo en entrevista con La presse canadienne.

Propuesta de soluciones

Audition Québec se puso en campaña inmediatamente después de la declaración de la pandemia en Canadá, en marzo, para ayudar a las personas sordas a superar ese problema.

Si uno se fija en las calles de cualquier lugar del país las personas en su mayoría llevan puestas máscaras …opacas.

Audition Québec ha distribuido pegatinas a sus miembros que indican que están leyendo los labios.

Y ahora el organismo acaba de lanzar una campaña de concienciación en línea dirigida a los comerciantes con el fin de sugerir soluciones para una mejor comunicación.

Los miembros de la organización también esperan que los comerciantes promuevan alternativas al uso de máscaras opacas.

Las personas sordas y con problemas de audición saben sin ninguna duda que el problema desaparecía en gran parte con las máscaras transparentes. Y dado que sea probable la llegada de una segunda ola del coronavirus, es mejor preparase y por qué no, generalizar el uso de máscaras transparentes.

Audition Québec recomienda que el interlocutor, al ver la pegatina que indica lectura de labios, hable a un ritmo normal, más fuerte sin gritar, pronunciando cada sílaba con claridad, con frases cortas separadas por una verdadera pausa, haciendo gestos, y todo ello sin estar de espaldas a una ventana.

El organismo ofrece además una serie de servicios en su sitio web.

El Instituto Raymond-Dewar acude en ayuda de personas sordas necesitadas de atención a la salud

La pandemia del Covid-19 provoca un estrés adicional para las personas con pérdida de audición que son altamente dependientes de la lectura de labios. La perspectiva de no poder entender al personal del hospital que usa máscaras opacas es preocupante.

El Instituto Raymond-Dewar (IRD) es un establecimiento de la red de salud pública y servicios sociales de Quebec especializado en la sordera y la comunicación, afiliado a la Universidad de Montreal y asociado a la Universidad de Quebec en Montreal y al Cégep du Vieux-Montréal. El mandato principal del IRD es ofrecer servicios de rehabilitación en las regiones de Montreal y Laval para clientes sordos, con problemas de audición, sordociegos o con un trastorno auditivo central. En la zona de Montreal también se ofrecen servicios a los niños disfásicos.

Nigel Howard, el intérprete de lenguaje de señas visto en las sesiones informativas diarias de coronavirus en Vancouver, tiene un joven admirador en Brody, que nació con parálisis cerebral y está aprendiendo lenguaje de señas con su familia. (Enviado por Michelle Thorne)

Un servicio esencial en tiempos de pandemia

El IRD de Montreal ha creado un servicio de acompañamiento para las personas con pérdida de audición que necesitan llamar al 811 si tienen síntomas de gripe y están preocupados que pueda tratare de Covid-19.

-La persona se pone en contacto con el IRD por texto, correo electrónico o TTY.

-Un trabajador del IRD se encarga del expediente, se comunica con la persona con pérdida de audición por el medio elegido y llama al 811. Luego transmite por teléfono a la enfermera las preguntas de la persona con problemas de audición por texto, correo electrónico o TTY.

-El trabajador se reúne con la persona con pérdida de audición directamente en el centro de detección a la hora prevista. Lleva una mascarilla quirúrgica con una ventana transparente.

-El interventor se coloca a una distancia mínima de dos metros de la persona con problemas de audición y repite lo que dice la enfermera a través de su máscara con ventana transparente que le permite leer los labios.

En el sitio web de IRD se puede encontrar mucha más información útil para las personas que necesitan servicios médicos.

La voluntaria Wanda Warkentin ofrece una visita socialmente distante, con lenguaje de señas, a un miembro aislado de la comunidad sorda. (Vincent Bonnay / CBC)

La Asociación Canadiense de Personas con Dificultades de Oído (CHHA), la principal organización canadiense, representa las necesidades de los casi 4 millones de personas que viven con pérdida de audición en el país.

Su presidenta Marilyn Kingdon, expresó recientemente su preocupación por las personas sordas viviendo en medio de la pandemia.

 «Como persona afectada por la pérdida de audición, he experimentado personalmente un aumento de los desafíos durante la pandemia COVID-19. Para muchas personas con problemas de audición, la lectura del habla se ha vuelto casi imposible debido al uso de máscaras faciales. Todos compartimos el aislamiento social que se ha producido con COVID-19, pero para los que tienen pérdida de audición, nos mantiene aún más distantes de los seres queridos que alguna vez formaron parte de nuestros sistemas de apoyo. Estamos todos juntos en esto, lo que nos da la oportunidad de buscar nuevas formas de ser inclusivos y de comunicarnos con los demás».

La presse canadienne- IRD- Audition Québec-CBC- CHHA 

 

Categorías: Salud, Sociedad
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