El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se sumó a los líderes de Sudáfrica, Suecia, Túnez, España, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Etiopía para demandar un acceso universal y equitativo a la vacuna contra el coronavirus una vez que esta sea desarrollada.
En un artículo publicado en las páginas de la sección «Opiniones Globales» del periódico estadounidense Washington Post, los líderes de las ocho naciones instan a los países a cooperar en la fabricación y distribución de una vacuna para asegurar que los países menos desarrollados no salgan perdiendo frente a los países ricos.
El artículo, titulado “La comunidad internacional debe garantizar el acceso mundial a la vacuna Covid-19 en condiciones de igualdad”, se abre con la frase del Secretario General de Naciones Unidas António Guterres: «ninguno de nosotros está a salvo hasta que todos estemos a salvo».
Para los signatarios del artículo de opinión, esa frase resume el enorme desafío que representa la pandemia.

Trabajadores migrantes y sus familias en India esperan abordar un tren después de que las autoridades flexibilizaron las restricciones impuestas para frenar la propagación del coronavirus, en Ahmedabad el 18 de junio. (Foto: Amit Dave/Reuters)
«Mientras el mundo se encuentra todavía en medio de la pandemia más mortífera del siglo XXI, con el número de casos que van aumentando a nivel mundial, la inmunización es nuestra mejor posibilidad de poner fin a la pandemia en casa y en todo el mundo, pero esto sólo si todos los países tienen acceso a la vacuna», sostiene el artículo.
Además del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, los firmantes de este artículo son los presidentes de Etiopía, Sahle-Work Zewde; Moon Jae-in de la República de Corea; Cyril Ramaphosa de Sudáfrica, quien también presiden la Unión Africana; así como los primeros ministros de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón; Jacinda Ardern de Nueva Zelanda; Stefan Löfven de Suecia, y Elyes Fakhfakh de la República de Túnez.
«Si bien la cooperación mundial en cuanto a recursos, conocimientos y experiencias es fundamental para desarrollar una vacuna, su fabricación y distribución sin dejar a nadie abandonado pondrá realmente a prueba la cooperación mundial».

El Primer ministro der Canadá, Justin Trudeau, durante su conferencia de prensa en Ottawa, el 18 de junio 2020. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Justin Tang)
El mensaje sale a la luz pública en momentos en que los laboratorios de todo el mundo se encuentran en plena carrera para desarrollar una vacuna para contener el nuevo coronavirus, mientras que ya han aparecido los signos de una pugna mundial entre los países que tratan de asegurar primero el suministro de vacunas para sus propios ciudadanos.
La comunidad científica mundial se encuentra llevando a cabo un esfuerzo sin precedentes para desarrollar una vacuna para contener los estragos del nuevo coronavirus, con investigadores en docenas de países desarrollando y probando simultáneamente posibles vacunas.
Algunos países, como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos, ya han pedido cientos de millones de dosis de vacunas que aún no han demostrado su eficacia.
En su artículo de opinión, los ocho líderes pidieron que los gobiernos desarrollen un conjunto de principios transparentes, justos y científicamente sólidos para guiar la distribución de las vacunas contra el coronavirus.

La comunidad científica mundial se encuentra llevando a cabo un esfuerzo sin precedentes para desarrollar una vacuna para contener el Covid-19. (Foto: iStock/Motortion)
«Esta no puede ser una carrera con un solo ganador. Cuando una o más vacunas son exitosas, esta debe ser una victoria para todos nosotros», señalaron los firmantes del artículo.
Los líderes de los ocho países dijeron que el Servicio de Acceso Global a las Vacunas COVID-19 (COVAX) es un ejemplo de una iniciativa destinada a garantizar que cualquier vacuna eficaz pueda ser distribuida equitativamente en todo el mundo.
Más de 150 países han firmado su participación en la iniciativa COVAX, incluyendo 75 países ricos que financiarán las vacunas con sus presupuestos públicos y otros 90 países de bajos ingresos que esperan recibir vacunas donadas, dijo la alianza de vacunas Gavi en una declaración el miércoles.
Trudeau pidió recientemente a los países que se unan en la carrera por una vacuna mientras participaba en dos eventos destinados a recaudar fondos para la investigación y el desarrollo de la vacuna.

El fabricante chino de vacunas CanSino Biologics en su edificio en Tianjin, China en 2018. La compañía ya está realizando ensayos clínicos en humanos para su vacuna. El Consejo Nacional de Investigación de Canadá trabaja con la compañía china en el desarrollo de una vacuna contra COVID-19. (Reuters)
En mayo pasado, el primer ministro Trudeau prometió 850 millones de dólares para la iniciativa internacional llamada Respuesta Mundial al Coronavirus y dijo que Canadá contribuiría con 120 millones de dólares a una nueva iniciativa llamada Acelerador de Acceso a las Herramientas COVID-19 (ACT) el mes pasado.
El Acelerador ACT fue creado en abril por la Organización Mundial de la Salud, el gobierno francés, la Comisión Europea y la Fundación Bill y Melinda Gates para garantizar el acceso equitativo a los tratamientos médicos.
Esta iniciativa apoya a organizaciones, profesionales de la salud y empresas en sus esfuerzos por desarrollar una vacuna, así como terapias con medicamentos y herramientas de diagnóstico para combatir la pandemia.
A estas dos promesas de contribuciones se suman la promesa de 600 millones de dólares para la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización (GAVI), que ha permitido vacunar a 760 millones de niños y evitar 13 millones de muertes en los países más pobres del mundo desde el año 2000.
Los dirigentes mundiales sostienen que el éxito en la elaboración de una vacuna y su amplia distribución servirán de «piedra angular para el fortalecimiento del multilateralismo en el futuro».

Guardar la distancia, lavarse las manos regularmente y llevar una mascarilla sirven para evitar el COVID-19, dice la Agencia de Salud Pública de Canadá. Un hombre con máscara facial y guantes camina junto a un mural en Bogotá el 7 de abril de 2020. (Foto: JUAN BARRETO / AFP a través de Getty Images)
Experiencias previas muestran que la colaboración y el multilateralismo acaban donde empiezan los intereses geopolíticos.
Durante el brote de gripe porcina de 1976, cuando los expertos temían que el mundo estaba al borde de una pandemia masiva, Estados Unidos decidió vacunar primero a toda su población antes de permitir que los fabricantes exporten sus vacunas a Canadá, su principal aliado en la escena internacional.
A mediados de mayo de 2020, Paul Hudson, director general del gigante farmacéutico francés Sanofi, dijo a Bloomberg News que «El gobierno de EE. UU. tiene derecho a la mayor orden previa de vacunas porque ha tomado el riesgo de invertir [en el desarrollo de la vacuna]».
El gobierno de Francia salió rápidamente al paso, declarando enérgicamente que sería «inaceptable» que la empresa francesa otorgue a Estados Unidos el primer acceso a la vacuna.
Fuentes: CBC / M. Blanchfield / S. Peterson / A. Bessonov / Canadian Press / RCI
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