Manifestantes se congregaron este viernes 24 de julio frente al establecimiento carcelario de Ottawa-Carleton, en la región de la capital canadiense, para apoyar a los reos que llevan a cabo una huelga de hambre.
Cerca de 70 internos que se encuentran en un pabellón de alta seguridad del penal, llevan a cabo su tercer día de protesta, que consiste en la cesación de la ingesta de alimentos.
Además, varios de los reclusos se niegan también al suministro de los medicamentos que les fueron prescritos.
Según un portavoz de los detenidos, la protesta tiene como objetivo reclamar que las autoridades carcelarias cumplan con un compromiso adoptado recientemente, por el cual habían prometido mejores condiciones de reclusión.
El lugar fue objeto de una investigación, por la muerte de un reo en 2016. Foto: CBC
Entre otras cuestiones, el acuerdo habría incluido una alimentación más sana, la provisión de productos de higiene y la mejora en el acceso a materiales de esparcimiento, principalmente a la lectura y la televisión.
Se trata de la segunda huelga que realizan los presos alojados en el penal de Ottawa-Carleton en las últimas semanas.
A comienzos de junio, una huelga similar se extendió durante 31 horas, hasta que el acuerdo cuyo incumplimiento señalan los presos le puso fin, el 3 de ese mes.
La oficina de la fiscal general de Ontario, Sylvia Jones, advirtió que en caso que los presos continúen con su negativa a ingerir alimentos, existen procedimientos ministeriales que podrían ser puestos en práctica para encauzar la situación.
Una colaboradora de la funcionaria sostuvo que las autoridades se comprometieron a dar respuesta a los reclamos y necesidades de la población carcelaria diversificada, ofreciendo un ambiente seguro y servicios culturales adaptados.
Un recluso murio con Covid-19 de un penal de Montreal. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
El penal de Ottawa-Carleton no reportó casos de infecciones con Covid-19 entre los internos, pero la aparición de la pandemia tensó la situación, como en el resto de los centros de detención del país, donde los presos denuncian que no existen las medidas de prevención necesarias ni los procedimientos de asistencia médica adecuados en caso de contagio.
El penal de Ottawa-Carleton, ubicado a 11 kilómetros del centro de la capital del país, fue inaugurado en 1972 y cuenta con una capacidad de alojamiento de 575 reclusos.
En 2016 fue noticia por la muerte de un recluso por paro cardíaco, luego que este había reclamado atención médica.
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