El dueño del salón de conciertos Lee's Palace en Toronto dice que el apoyo del gobierno es necesario para salvar estos lugares de difusión musical. (Robert Krbavac/CBC)

Las salas de conciertos en Toronto corren riesgo de desaparecer

La pandemia está causando estragos en las salas de música en vivo en Canadá. Debido al confinamiento y el cierre de actividades que puedan aumentar los riesgos de contagio con el Covid-19, muchos propietarios tienen dudas de que puedan sobrevivir hasta el año nuevo.

La presidenta de la Asociación Canadiense de Música en Vivo, Erin Benjamin, declaró que la industria de la música en vivo está enfrentando el mayor riesgo de toda su historia. «Es una catástrofe. Estamos perdiendo salas cada día», dijo ella.

Según la Coalición Canadiense de Locales Independientes, que ha iniciado una campaña en línea para apoyar a las salas de concierto canadienses, sin el apoyo del gobierno, más del 90% de estos escenarios musicales independientes corren el riesgo de cerrar sus puertas definitivamente.

Murray Lightburn, cantante del grupo The Dears, que se presentó en el escenario de Lee’s Palace, en Toronto. (Foto: Wikimedia)

Lugares de música en vivo en Toronto, la metrópolis canadiense, como Lee’s Palace, el tempo del rock en la calle Bloor, el Danforth Music Hall en la calle del mismo nombre y decenas de otros lugares continúan cerrados a causa de la pandemia. A medida que pasa el tiempo, aumenta el riesgo de que muchas de estas salas de concierto cierren sus puertas para siempre, tal como ya ocurrió con el Orbit Room, en la calle College.

«La situación es sombría», dijo Jeff Cohen, propietario del Lee’s Palace y el Horseshoe Tavern, así como de la compañía de Conciertos Colectivos. Según sus cálculos, solamente podrá presentar conciertos en abril o mayo del próximo año. Por otro lado, las salas de conciertos tendrán que depender de la «bondad de los propietarios» y del apoyo financiero del gobierno. «No podremos sobrevivir sin ayuda», dijo.

Lee’s Palace nunca ha sido un lugar particularmente lujoso, escribe el bloguero Ben Boles, y esa es probablemente parte de la razón de su éxito: es lo suficientemente informal y confortable como para ser un lugar para bandas locales emergentes, pero también cuenta con un potente sistema de sonido y buena distribución espacial como para complacer a los músicos en gira, lo que le da una credibilidad y estatus que beneficia a las bandas de Toronto que buscan mostrar sus música en un lugar más prestigioso que los bares ordinarios donde se toca el rock ‘n’ roll.

El Departamento de Patrimonio de Canadá ha creado un fondo de emergencia de 500 millones de dólares para apoyar a las organizaciones que trabajan en el ámbito de la cultura, el patrimonio y el deporte, de los cuales 20 millones de dólares serán destinados directamente a la industria de la música en vivo, según un correo electrónico enviado por esta entidad del gobierno federal.

El salón de conciertos Baby G en Toronto permanece cerrado hasta nuevo aviso debido al Covid-19. (Foto: Robert Krbavac/CBC)

Esta entidad gubernamental explicó que el objetivo es proporcionar ayuda financiera a los festivales y lugares con fines de lucro que normalmente no reciben financiamiento federal a través del Fondo canadiense para la música durante los primeros seis meses de la pandemia.

Patrimonio de Canadá reconoció en su correo electrónico que después del anuncio inicial de financiación a principios de este mes, recibió críticas de parte de miembros de la industria que dijeron que muchos empresarios de la industria de la música en vivo no podían calificar para beneficiarse de ese programa. El ente gubernamental explicó en un correo electrónico que, desde entonces, los criterios han sido modificados.

Jeff Cohen, propietario del Lee’s Palace, dijo que espera poder calificar para recibir ayuda de ese fondo, al igual que Shaun Bowring, propietario de los locales de música Baby G y The Garrison en Toronto, además de la empresa de promoción Transmit Presents.

«En este momento nuestro objetivo es llegar al próximo mes de marzo», dijo Bowring, añadiendo que no busca obtener beneficios, sólo quiere cubrir los gastos mensuales para llegar al 2021.

Tanto Bowring como Cohen mencionaron que la Alcaldía de Toronto permitirá a los propietarios de salas de espectáculos obtener una rebaja del 50 por ciento en el pago de sus impuestos municipales.

«Creo que eso va a permitir mantener con vida a algunos de los lugares de música y conservar la vitalidad del centro de Toronto», dijo Cohen.

Mientras tanto, con las actuales medidas contra la pandemia que limitan las reuniones en locales interiores a 50 personas, además del requisito de implementar una serie de medidas de seguridad adicionales como el equipo de protección personal y la colocación de plexiglás, Bowring explicó que simplemente no es económicamente viable.

Los cantantes y músicos Sidney Ezer, Ramón Tasat, Aviva Chernick, Demetrios Petsalakis, Ernie Tollar y Naghmeh Farahmand en un concierto de música en Toronto. El coronavirus ha puesto fin a estas actividades. (Foto: Rufo Valencia/RCI)

Por otro lado, poner a la gente en espacios cerrados en medio de una pandemia, no es el enfoque más seguro para los clientes o el personal, explicó el dueño de los locales de música Baby G y The Garrison en Toronto.

Los actores en esta industria sólo esperan que cuando la pandemia termine, la infraestructura de música en vivo permanezca intacta en el otro lado. Ellos sostienen que “no hay ninguna industria que esté mejor equipada, sea más apasionada y esté más comprometida en ayudar a la recuperación de Canadá justamente mediante la reconstrucción que la industria de la música en vivo».

«Es tan difícil de imaginar un mundo sin música en vivo. Para algunos de nosotros es simplemente imposible concebir un mundo así».

Bowring añadió que, si las salas de música en vivo desaparecen, será una gran pieza que faltará en la gran infraestructura de la industria.

«Si no sobrevivimos, una vez que pase el Covid-19 será una tarea muy difícil que los artistas y músicos salgan y toquen de nuevo, y eso también afectará a su sustento», dijo Bowring.

Cohen dice con optimismo de que cuando todo esto termine, y las salas de música en vivo se abran de nuevo, la gente se va a poner loca para poder ir a un concierto de música en vivo.

«Sí, estamos enfrentando problemas. Pero lo superaremos», dijo en Toronto el propietario del Lee’s Palace y el Horseshoe Tavern.

Fuentes: CBC / N. Haddad / Blog TO / Canadian Press / RCI

Categorías: Artes y espectáculos, Salud
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